FACTORES DE ABANDONO ESCOLAR EN LAS CARRERAS DEL ÁREA DE LAS CIENCIAS BIOLÓGICAS, QUÍMICAS Y DE LA SALUD DE LA UNAM
Línea TemÁtica 1 (Factores asociados al abandono. Tipos y perfiles de abandono)

ERAZO, Leydy VALLE, Rosamaría
ROJO, Laura CAMPILLO, Magda
RUIZ, José Arturo
Universidad Nacional Autónoma de México- MÉXICO D.F
e-mail: [email protected]

Resumen. El abandono escolar en la educación superior constituye una preocupación mundial abordado desde diferentes perspectivas. De acuerdo a Tinto (1993) para comprender los factores del abandono hay que enfocarse en las condiciones estructurales de las universidades, las características sociales e intelectuales y los mecanismos de integración. Se describe un estudio realizado en el año 2012 y 2013 que tuvo como objetivo identificar los motivos de abandono de estudiantes de las carreras del área de ciencias biológicas, químicas y de la salud de la UNAM, inscritos en 2007 y 2008 con dos tipos de avance escolar: abandono (0% de créditos aprobados) y rezago extremo (entre 1 y 25%), al que se considera de alto riesgo de abandono. Se usó una metodología cualitativa con tres grupos focales. En total participaron 17 personas de las cuales 15 habían dejado los estudios de educación superior y dos habían cambiado de institución para continuar otras carreras. Los resultados se obtuvieron por medio de análisis de contenido y se clasificaron en motivos principales, secundarios y en sugerencias para disminuir el abandono. En los primeros predominaron los de tipo económico, específicamente, la falta de recursos, seguido de los problemas de salud. Entre los motivos específicos secundarios más mencionados fueron la falta de orientación y preparación académica, se volvieron a mencionar los motivos económicos relacionados con la necesidad de trabajar, la falta de recursos y los costos de trasporte. También se mencionaron los factores institucionales, familiares y personales. Las sugerencias más relevantes, tratadas por los estudiantes, son proporcionar orientación vocacional integral desde el bachillerato, tener personal capacitado para ofrecer los servicios de orientación, mejorar la información para cambios de carrera internos o a sistemas de educación abierto y a distancia y contar con funcionarios accesibles y capacitados para proporcionar apoyo y orientación a los estudiantes. Se concluye que la decisión de abandonar es multifactorial, los motivos mencionados coinciden con los reportados en revisión de la literatura, aunque predominaron los de tipo económico, en parte, debido a las inversiones para comprar materiales de trabajo y libros y, por otro lado, las académicas debido a que los estudiantes seleccionaron las carreras bajo presión de tiempo y tomaron la decisión sin tener la información suficiente sobre los requisitos y exigencias.

Descriptores o Palabras Clave: Cualitativo, Grupos Focales, Abandono Escolar, Educación Superior, Deserción.

Introducción

Para comenzar a hablar del abandono escolar, es importante comprender a qué se refiere, aunque a primera vista pareciera claro que implica dejar los estudios, su definición y estudio es un tema en discusión. En español se usan los términos deserción y abandono de manera indistinta para referirse a la interrupción de los estudios; sin embargo, abordar el fenómeno involucra aspectos conceptuales y metodológicos complejos debido a que ha sido analizado de diferentes maneras.

De acuerdo a Tinto (1989) el abandono puede ser analizado desde la perspectiva estatal, institucional o individual con implicaciones diferentes en cada nivel. Desde el punto de vista estatal el abandono representa un problemática que dificulta la tarea de aumentar la tasa de personas que acceden a la educación superior, por lo cual atenderlo sirve para que los organismos educativos establezcan políticas para intervenir en la problemática (González 2006).

Para las instituciones todos los sujetos que dejan los estudios en la universidad pueden ser clasificados como desertores y representan una problemática para cumplir con la misión de formar ciudadanos para el mercado laboral y para dar cuenta de sus niveles de calidad educativa (Díaz Peralta, 2008). En este nivel atender el abandono exige grandes retos metodológicos para identificarlo y hacerle seguimiento por lo que se requiere establecer aspectos conceptuales importantes. Martínez Rizo (2001) plantea tres aspectos a precisar para definir el abandono en las instituciones: 1) si, después de cursar varios semestres, un alumno deja de inscribirse en el siguiente, no es claro (salvo si la ausencia se deba a fallecimiento u otra circunstancia irreversible) que no reanudará sus estudios cierto tiempo después. ¿A partir de qué momento se considerará desertor?, ¿desde que deja de reinscribirse o cierto tiempo después?, 2) no es lo mismo un cambio de institución, o inclusive solamente de carrera, dentro de la misma institución, que una salida para dedicarse a otras actividades distintas de los estudios. ¿Deben considerarse por igual desertores a quienes cambiaron de carrera o institución o a quienes sólo cambiaron a otra?, 3) ¿Deben considerarse deserciones los casos de personas que se inscriben a una carrera y no se presentan desde el inicio de la misma, o más bien debe ajustarse el dato de inscripción inicial? Una vez se aclaran este tipo de cuestiones el siguiente reto está en establecer la manera de registrar la información, sujeto a los recursos de los que disponga la institución (p. 31).

En las universidades mexicanas se utilizan las metodologías de trayectorias escolares para realizar el seguimiento al avance de las generaciones (cohortes) de estudiantes, desde su ingreso hasta la finalización de los estudios, lo cual permite conocer la situación de abandono, el progreso de los estudiantes, generar información sobre rezago, egreso y titulación (Valle, Rojas, & Villa, 2001). Realizar estos estudios demanda múltiples retos metodológicos que han sido abordados por Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior ANUIES (2001).

Otros autores han propuesto que el abandono debe ser estudiado de acuerdo al momento en el que ocurre para clasificarlo en tres grandes tipos: a) precoz, cuando la persona que habiendo sido admitida por la institución de educación superior no se matricula, b) temprano, en el caso del estudiante que abandona sus estudios en los dos primeros semestres del programa o el primer año – etapa donde se produce cerca de un 30% de los abandonos, (Cabrera, Bethencourt, Alvarez, & González, 2006) y c) tardío cuando el estudiante abandona los estudios en los últimos semestres (Castaño, Gallón, Gómez, & Vásquez, 2004).

Para los individuos el abandono ha sido abordado como el fracaso para completar un determinado curso de acción o alcanzar la meta deseada por la que se ingresó a una institución de educación superior (Tinto, 1993); sin embargo, algunas investigaciones muestran que para los estudiantes no necesariamente representa un fracaso o una pérdida, algunos lo interpretan como un paso positivo para conseguir una meta o como una ganancia en experiencia, aunque haya sido por corto tiempo, que puede ayudarles a seguir adelante en los proyectos de vida. (Tinto, 1989; Quinn, Thomas, Slack, Casey, Thext, & Noble, 2005).

Lo anterior muestra a grandes rasgos que existen diversas maneras de abordar el abandono para definirlo y estudiarlo. Estas discusiones conceptuales y metodológicas han constituido razones por las que cada institución o sistema educativo emplea métodos que responden a sus necesidades particulares, mientras que la comprensión del fenómeno se torna compleja.

Un tema en el que sí existe mayor acuerdo es sobre los múltiples impactos negativos que conlleva el abandono escolar. Aunque es difícil valorar las consecuencias, se estima que para los gobiernos el abandono representa pérdidas económicas, así como obstáculos para incrementar la formación en educación superior, cuando se ha mostrado una relación positiva entre educación y crecimiento económico (Durán, Pérez, Reverón, & Rodríguez, 2007). Un reporte sobre América Latina indica que en México el costo anual por el abandono de los estudiantes de las universidades públicas asciende a 141 millones de dólares, lo anterior implica que los recursos destinados a la formación de mano de obra más calificada para las sociedades no son bien invertidos y que a largo plazo no se tendrá el resultado esperado de tener ciudadanos más educados (González, 2006). Los estudiantes desertores formarán parte de los ciudadanos con menor nivel educativo, menores posibilidades de competir en el mercado laboral y mayores posibilidades de perpetuar los círculos de pobreza a largo plazo (ANUIES 2007; OCDE, 2012).

En el marco institucional, el abandono simboliza un fracaso tanto económico como en el logro de las metas. Las instituciones invierten en la formación de estudiantes, en particular, las universidades públicas reciben de la nación los recursos financieros para la formación de profesionales, por lo que deben rendir cuentas a la sociedad sobre sus resultados (Valle, Rojas, & Villa, 2001). Por cada estudiante que no completa su licenciatura se tienen pérdidas cercanas a $26,867 dólares (OCDE, 2011), esto supone un disminución de ingresos en el futuro y una marca de ineficiencia al no cumplir el objetivo de formar profesionales para el desarrollo de la sociedad. En algunos países como Estados Unidos o Inglaterra, se han establecido mecanismos de condiciona- miento para que las instituciones logren acceder a más recursos financieros en la medida que mejoran los indicadores de abandono (González, 2006; Quinn, et al., 2005).

En el plano individual, como en la visión de la sociedad, no obtener el título o abandonar los estudios de manera definitiva conlleva carecer de la suficiente preparación para atender las demandas del mercado laboral donde se requiere mano de obra especializada, así pues aumentan las posibilidades de tener empleos con salarios más bajos en comparación con las personas que obtienen un título universitario (ANUIES, 2007). Además, el abandono se considera un fracaso personal del individuo ya que no logra alcanzar las metas establecidas por la institución, se siente frustrado por no lograr responder a los requerimientos académicos, lo que a su vez repercute en bajos niveles de autoestima y autoconcepto (Fernández, Mena, & Rivière, 2012).

En este trabajo se describe un estudio sobre los motivos de abandono escolar de la Universidad Nacional Autónoma de México que forma parte de una investigación cualitativa más grande que incluyó, además del área de conocimiento de las ciencias biológicas, químicas y de la salud, carreras de las otras cuatro áreas (ciencias físico matemáticas y de las ingenierías; ciencias biológicas, químicas y de la salud; ciencias sociales; y humanidades y de las artes). Asimismo, este estudio proporciona información para la creación del cuestionario de abandono escolar en el contexto del proyecto de intervención educativa ALFA GUIA.

2. Factores de abandono

El abandono es un fenómeno influido por múltiples factores que han sido estudiados durante más de cuatro décadas. En esta sección se describen algunos factores individuales, psicológicos, académicos, del profesorado e institucionales.

Los factores individuales demográficos incluyen el género, ingreso económico y educación de los padres. Las investigaciones no indican que una variable en particular pueda explicar el abandono; sin embargo, se ha identificado mayor riesgo de abandonar los estudios cuando los estudiantes ingresan con mayor edad, tienen menores recursos económicos para solventar los gastos de la educación y cuando la educación de los padres es de nivel básico o secundaria en comparación con los estudiantes con padres de nivel educativo universitario (Cabrera, Nora & Castañeda, 1992; Cabrera, Bethencourt, Alvarez & González, 2006; Lassibille, & Navarro, 2008; O’Neil, 2011; Tinto, 1993).

Los factores psicológicos se centran en las disposiciones personales de los estudiantes que dejan los estudios en comparación con los que persisten. Quienes abandonan los estudios universitarios manifiestan niveles más bajos de metas, menor compromiso, menos satisfacción con la carrera y con la institución y menor motivación para continuar los estudios. (González, Álvarez, Cabrera, y Bethencourt, 2007; Lassibille, & Navarro, 2008; O’Neil, 2011; Tinto, 1993).

Los factores académicos incluyen las habilidades y conocimientos necesarios para responder a las demandas académicas de nivel superior que tienen los individuos al momento de ingresar a la universidad. Se ha identificado cómo los estudiantes que abandonan muestran estrategias de estudio inadecuadas, preparación y desempeño académico más bajo, percepciones negativas de sus capacidades para hacer frente a las demandas académicas de la carrera, que le da poca formación práctica y que los contenidos son poco útiles (Arulampalam, Naylor, & Smith, 2001; Cabrera, Bethencourt, Alvarez & González, 2006; González, Álvarez, Cabrera & Bethencourt, 2007; Lassibille, & Navarro, 2008).

En los factores relacionados con el profesorado se ha encontrado que los estudiantes que abandonan los estudios perciben relaciones negativas en la interacción con los profesores, y consideran que reciben poca información y orientación a lo largo de la carrera. (Cabrera, Bethencourt, Alvarez & González 2006; González, Álvarez, Cabrera, & Bethencourt, 2007)

Factores institucionales como el tamaño de la universidad y los requisitos de ingreso a la institución se han estudiado en menor medida sin obtener una respuesta clara. En las instituciones de gran tamaño es mayor la posibilidad de tener variados grupos sociales e intelectuales, pero menor la de establecer interacciones entre los estudiantes y el profesorado (Tinto, 1993). En tanto, los resultados de los efectos de los requisitos de ingreso a la institución parecen tener mayor consistencia; en una revisión de la literatura, con población estudiantil de áreas médicas, O’Neil (2011) encontró que había mayor probabilidad de abandono cuando los requisitos de ingreso eran bajos.

Lo anterior muestra que en el abandono de los estudios influyen múltiples factores: individuales, psicológicos, académicos, del profesorado e institucionales, aunque a nivel individual puede predominar un factor o más de uno. Los estudios todavía no logran establecer con claridad cuáles son determinantes, sin embargo se han desarrollado teorías para comprenderlo, las cuales se describen en la siguiente sección.

3. Enfoques para comprender el abandono

Para comprender en conjunto el fenómeno del abandono se han desarrollado varios enfoques teóricos, entre los más difundidos están el modelo sociológico de Spady (1970), que fue uno de los primeros modelos planteados orientado en las estructuras sociales; el modelo de Bean (1980), que explica el abandono de las universidades como sucede en las organizaciones y el de Vincent Tinto (1993), un modelo interaccionista que integra diversos elementos de modelos anteriores y ha sido uno de los más abordados en la literatura. Tinto (1993) señala la importancia de revisar la interacción entre las características del estudiante para su integración social y académica en el contexto institucional, con el fin de comprender los procesos de abandono y sugiere un proceso de interacción de siete elementos que afectan la permanencia de un individuo: 1) los atributos previos al ingreso tales como los antecedentes familiares, las destrezas, habilidades y la escolaridad previa; 2) las metas y compromisos establecidos por el individuo antes del ingreso a la universidad; 3) las experiencias vividas en la institución, tanto las formales del sistema educativo como las informales, generadas en las interacciones con docentes, administrativos y pares; 4) los procesos de la integración social y académica determinados por los elementos previos; 5) el esfuerzo del estudiante, tales como tiempo y dedicación; 6) los resultados educativos, es decir, los aprendizajes logrados; y 7) las metas y compromisos modificados por las experiencias académica y social en la institución. Este trabajo tiene en cuenta los elementos planteados en este modelo para comprender los factores de abandono.

4. Objetivo del estudio

El estudio tuvo como objetivo identificar los motivos por los que estudiantes de la UNAM inscritos a carreras del área de las ciencias biológicas, químicas y de la salud abandonaron sus estudios.

5. Material y métodos

Se describe la población objetivo, la metodología usada para la identificar a los candidatos y para analizar la información. El análisis está basado en los supuestos teóricos interpretativos orientados a comprender un fenómeno desde la perspectiva y atribuciones que le dan los individuos a sus experiencias (Merriam, 2010).

El abandono se definió con base en los estudios de trayectorias escolares de la UNAM, los cuales consisten en hacer seguimiento de las generaciones desde su ingreso al plan de estudios hasta terminarlo, por medio del avance escolar medido en porcentaje de créditos aprobados. Los estudiantes que pasados cuatro años reportan 0% de créditos aprobados se considera que han abandono y quienes tienen entre 1 y 25% de créditos aprobados se les considera en alto riesgo de abandono.

Se determinó usar la técnica de grupos focales para lo cual se planeó formar dos grupos, uno por cada avance escolar.

5.1. Población objetivo

La población objetivo fue conformada por los estudiantes que tenían entre 0% y 25% de créditos aprobados, inscritos en las generaciones 2007 y 2008 de nueves carreras: Médico Cirujano, Química, Biología, Cirujano Dentista, Química de Alimentos, Química Farmacéutica Biológica, Enfermería y Obstetricia, Psicología y, Química Farmacéutica Biológica, impartidas en tres sedes diferentes de la Universidad.

5.2. Identificación de los candidatos

Los candidatos fueron identificados en una base de datos integrada con las historias académicas y datos de contacto de teléfono y correo electrónico de 1494 estudiantes. Esta base fue revisada de manera sistemática para asegurar que cumpliera con las características de la población, entre éstas, que no se hubieran cambiado internamente de carrera, ya que se consideraría que abandonaron la carrera pero no los estudios y por tanto, no eran parte de la población objetivo. Al final de la revisión se integró un directorio de 529 candidatos para el grupo de abandono y de 294 para el de rezago extremo.

Para hacer la invitación al estudio se capacitó a los estudiantes de maestría en psicología quienes debían realizar llamadas telefónicas de manera sistemática basándose en un guión y en una bitácora para registrar las llamadas realizadas, así como las novedades presentadas.

Durante los contactos telefónicos se modificó el guión para lograr un acercamiento más personal, debido a que se presentaron dificultades para formar los grupos: los datos de localización de los estudiantes ya no eran vigentes, las personas no se encontraban en los diferentes horarios de contacto (motivos de viaje o trabajo), se rehusaban a participar en el estudio, habían fallecido o no cumplían con las características de la muestra porque habían continuado estudios en otra institución. Con estos últimos se decidió conformar un tercer grupo focal con el objetivo de conocer las experiencias que habían tenido para dejar la universidad y continuar los estudios en otra institución.

Se realizaron 1,600 llamadas telefónicas aproximadamente, de los cuales aceptaron y confirmaron su participación 17 personas del primer grupo, 21 del segundo y 7 del tercero.

5.3. Desarrollo de los grupos focales

Un colaborador del estudio recibió a los participantes para registrar la asistencia, aplicar un cuestionario y colocar un identificador con el nombre del participante, con el fin que el moderador del grupo se dirigiera por los nombres. El cuestionario tuvo por objeto recopilar los datos de sexo, edad, estado civil, bachillerato de procedencia, promedio del bachillerato, carrera a la que se inscribió, año y sede, carrera de primera opción, tipo de vivienda, ocupación, ingresos mensuales de la familia, y el nivel máximo de escolaridad y ocupación de los padres.

Las sesiones se desarrollaron los días 24, 25 de octubre y 6 de noviembre de 2012 con una duración aproximada de 45 minutos cada uno.

El equipo a cargo de la sesión estuvo constituido por un experto en grupos focales del Instituto de Salud Pública, quien condujo la sesión apoyado por una ayudante y un observador de la Universidad; todos presentados como parte del mismo equipo.

En las sesiones el moderador presentó al equipo, explicó los objetivos del estudio, su importancia, la dinámica de participación en el grupo y solicitó la autorización para grabar las sesiones, asegurando la confidencialidad de la información y el uso exclusivo para los fines del estudio. Todos los participantes aceptaron voluntariamente sin ninguna objeción. Posteriormente, se dio paso al tema de apertura sobre el principal motivo para abandonar los estudios.

Todos los participantes se presentaron, mencionaron la carrera a la que habían estado inscritos y comentaron los motivos principales y secundarios que los llevaron a tomar la decisión de abandonar los estudios de una manera abierta e interactiva. Durante la sesión el moderador generó preguntas complementarias para precisar la información referida, aseguró la intervención equitativa y concluyó con la pregunta de las sugerencias para disminuir el abandono de los estudios o el cambio de institución, para la que también todos dieron información. Al final se agradeció la contribución en el estudio, se entregó una ayuda para transporte y un libro de obsequio.

5.4. Análisis de la información

Las grabaciones de las sesiones se transcribieron en texto y para asegurar la calidad se confrontaron los registros auditivos con los del papel. Los motivos de abandono identificados se dividieron en principales y secundarios, con base en el orden en el que se mencionaron; ambos se agruparon en las seis categorías mencionadas con mayor frecuencia en la literatura: social, institucional, económico, familiar, académico y personal. Esta clasificación se determinó en el contexto más amplio del estudio que incluyó las cuatro áreas de conocimiento de la UNAM. Cada una de las cinco categorías se dividió en subcategorías, las cuales se caracterizaron por constituir motivos más específicos. La social se dividió en distancia entre el hogar y la institución, e inseguridad en el entorno; la institucional en problemas de gestión o administración, problemas en la relación con profesores, estudiantes o personal administrativo, asignación del plantel, carrera o turno; la familiar se clasificó en falta de apoyo, conflictos familiares, paternidad o maternidad, enfermedad familiar, responsabilidades familiares y violencia intrafamiliar; la económica en necesidad de trabajar, falta de recursos económicos y costos de transporte; la académica en falta de orientación vocacional, falta de preparación, inasistencia, bajo rendimiento escolar, intención de cambio de carrera e insatisfacción con la elección de la carrera; y la personal en problemas de salud, frustración y falta de motivación. En este trabajo únicamente se presentan los motivos mencionados por los estudiantes de carreras del área de ciencias biológicas, químicas y de la salud.

6. RESULTADOS

De las 45 personas que aceptaron participar en el estudio y confirmaron un día antes la asistencia, participaron 17, ocho en el grupo denominado de abandono, siete en el de rezago extremo, y dos en el grupo de estudiantes que habían cambiado de institución; estos últimos conformaron el grupo focal con participantes de otra área de conocimiento.

De los 15 que formaron parte de los dos primeros grupos, todos habían abandonado los estudios de educación superior y por ende se confirmó, como se suponía, que los estudiantes con rezago extremo tenían altas probabilidades de abandonar los estudios. Los dos del tercer grupo continuaron estudiando en otra universidad pública, en carreras diferentes a las inscritas en la UNAM.

6.1 Datos sociodemográficos

Participaron, en total, once mujeres y seis hombres de edades comprendidas entre los 22 y los 25 años, excepto uno que tenía 33 años. La mitad de las personas eran solteras y la otra mitad estaba casada o en unión libre. La mayoría provenía del sistema de bachillerato público del sistema de la UNAM y reportaron calificaciones en el bachillerato entre 7.0 y 9.5.

En general, los estudiantes habían ingresado a la carrera de preferencia, registrada en la primera opción al momento de la inscripción, sólo tres estudiantes fueron asignados a su segunda opción: uno que solicitó Medicina fue asignado a Química y a dos que tenían como primera opción Psicología y Diseño y comunicación visual los asignaron a Biología.

Diez participantes, al momento del estudio, trabajaban en actividades de diversa índole como organización de eventos, actividades administrativas en bancos, ventas, trasporte y seis no trabajaban ni estudiaban.

Nueve participantes habitaban en viviendas propias y las de los ocho restantes eran prestadas o arrendadas.

Los ingresos familiares oscilaban entre $5,611 y $9,350, seis tenían ingresos menores a $5,611, uno menos de $1,870 y otro percibía ingresos superiores a $9,351.

La escolaridad y actividades de los padres variaban desde estudios de primaria hasta licenciatura. La ocupación de los padres era de empleados en comercio u oficina, trabajos independientes, patrones y chofer. La ocupación de la mitad de las madres era el hogar, tres trabajaban por su cuenta, cuatro eran empleadas de comercio y una de oficina.

6.2 Motivos principales de abandono

Predominó el factor de tipo económico, específicamente la falta de recursos y la necesidad de trabajar. Fue mencionado por todos los estudiantes inscritos en las carreras de Medicina y Cirujano Dentista.

También se mencionaron los factores personal, académico, institucional y familiar, cada uno con motivos más específicos.

En el factor económico los estudiantes reportaron tener que hacer altas inversiones en materiales para prácticas, vestido, equipamiento y libros de consulta solicitados para las clases. Contaron que ni ellos ni sus familias tenían los recursos económicos para asumir los gastos y aunque estuvieran interesados en la carrera no podían desarrollar actividades de prácticas, exámenes, laboratorios, por lo que optaron por dejar los estudios.

El factor personal reunió problemas de salud como cáncer de tiroides, aneurismas, problemas de riñones, los cuales generaban indisposición física para asistir a clases o impedimentos para presentar exámenes, y esto a su vez afectaba la asistencia, el cumplimiento de compromisos académicos y el rendimiento escolar.

El factor académico se relacionó con la insatisfacción por la elección de la carrera ya que al ingresar notaron que no correspondía a lo que esperaban ni a sus intereses.

El factor institucional agrupó el motivo de los procedimientos administrativos para la asignación de la carrera. Los estudiantes quedaron en la carrera que no era la que preferían, aunque la habían registrado, esperaban quedar en otra opción.

En el factor familiar se mencionó la falta de apoyo y los conflictos familiares. El primer motivo se presentó en el caso de una mujer en la que el padre no valoraba de manera positiva la educación superior para ella, no le proporcionaba los recursos económicos para trasporte y materiales y manifestaba actitudes desafiantes y de desaprobación de las actividades académicas, esto ocasionó que la estudiante dejara los estudios para dedicarse a trabajar y aportar en los gastos familiares. En el caso de los conflictos familiares hizo referencia al conjunto de problemas ocasionados por la separación de los padres, lo que generaba continuas discusiones y pleitos que afectaban la dinámica familiar y escolar.

6.3 Motivos secundarios de abandono

En los motivos secundarios, es decir, motivos que acompañaron el motivo principal, los estudiantes manifestaron diversos factores que apoyaron la decisión de abandonar los estudios. Los más mencionados fueron de tipo académico como la falta de orientación y preparación académica, seguido del factor económico, institucional, personal.

En el factor académico los motivos más específicos consistieron en primer lugar en la falta de orientación vocacional, seguido de la falta de preparación académica, las inasistencias, el bajo rendimiento escolar, la intención de cambiar de carrera y la insatisfacción con la elección de la carrera. Los estudiantes consideraron como debilidad la falta o inadecuada orientación vocacional ya que seleccionaron carreras sin tener la información suficiente para tomar una decisión, eligieron las opciones por la presión de seleccionar una carrera sin conocer los requisitos y además, sentían tener una preparación académica insuficiente en comparación con otros compañeros, pues al momento de ingresar sintieron que faltó conocimiento y algunos intentaron cambiarse a otra carrera pero no lo lograron. Relataron que existen programas, ferias y personas encargadas de proporcionar orientación en el bachillerato, sin embargo, los servicios que ofrecen no responden a las necesidades de los estudiantes, el personal no conoce ampliamente el sistema de la universidad, no se orienta sobre los contenidos de las asignaturas, los costos, duración, requisitos y sobre carreras alternativas similares a las de interés de los estudiantes.

Seguido se mencionó el factor económico relacionado con la necesidad de trabajar, la falta de recursos para asumir los gastos de la carrera y los costos de trasportes. Los estudiantes que trabajaron durante sus estudios manifestaron que lo hacían para aportar a los gastos familiares y personales, algunas veces por presión familiar, y que las cargas y horarios laborales no les permitían cumplir con las responsabilidades académicas. La falta de recursos también fue mencionado como motivo secundario debido a que los estudiantes no tenían dinero para asumir gastos de materiales o elementos de la carrera. Algunos estudiantes indicaron que los gastos de trasporte eran altos para trasladarse desde el hogar a la Universidad, en especial para los estudiantes de turno vespertino y para los que vivían lejos de la sede asignada, debido a que en las noches aumenta el costo del trasporte y existen largas distancias en la ciudad.

En el factor institucional se señalaron los problemas de gestión o administración relacionados con las dificultades para solicitar o recibir información, obtener información contradictoria entre las dependencias o atención displicente por parte de los funcionarios cuando solicitaron algún procedimiento institucional. También se mencionaron los problemas en la relación con profesores, algunos de ellos tenían expresiones despectivas para referirse a las actividades o comportamientos de los estudiantes.

En el factor familiar, el motivo específico fue la paternidad, ser padre al inicio de la carrera significó asumir responsabilidades familiares y económicas que ocasionaron dificultades para responder a las demandas académicas.

El factor personal incluyó expresiones de frustración de los estudiantes que sentían que no podían responder a las demandas académicas a pesar de considerarse en la capacidad de estudiar una licenciatura.

En síntesis, los estudiantes manifestaron diversos motivos secundarios asociados a la decisión de abandonar los estudios. Los más mencionados fueron de tipo académico como la falta de orientación y preparación académica, seguido del factor económico, las dificultades de gestión o administración. También se mencionaron los problemas con docentes, la paternidad y frustración.

6.4 Sugerencias de los estudiantes para disminuir abandono

Dentro de las sugerencias se mencionó la importancia de proporcionar orientación vocacional integral desde el bachillerato, tener personal capacitado para ofrecer los servicios de orientación, mejorar la información para cambios de carrera internos o a sistemas de educación abierto y a distancia y contar con funcionarios accesibles y capacitados para proporcionar apoyo y orientación a los estudiantes que lo requieran.

7 CONCLUSIONES

Este estudio empleó el método de grupo focales con el fin de identificar los motivos por los que 17 estudiantes de las generaciones 2007 y 2008 de las carreras del área de las ciencias biológicas, químicas y de la salud de la Universidad Nacional Autónoma de México abandonaron la carrera a la que se habían inscrito.

Los estudiantes reportaron motivos que coinciden con los indicados en la literatura, en especial, sobre la importancia del factor económico y académico, así como de los factores institucionales, familiares y personales (Cabrera, Nora & Castañeda, 1992; Cabrera, Bethencourt, Alvarez & González, 2006; Lassibille, & Navarro, 2008; O’Neil, 2011; Tinto, 1993).

Tomar la decisión de abandonar los estudios estuvo relacionado con un motivo que se consideró principal aunado a diversos motivos secundarios o adicionales, que reforzaron la opción de interrumpir los estudios de manera indefinida.

Algunos estudiantes que abandonaron los estudios en la Universidad tomaron la decisión de continuar los estudios en otras universidades y, en otras carreras, por lo cual el paso por la UNAM hizo parte de su proceso de definición de intereses personales y constituyó una experiencia de aprendizaje.

Por parte de la UNAM se realiza un cuidadoso seguimiento del avance escolar de las generaciones de manera cuantitativa, por ende, la información descrita aporta diversos elementos, por una parte, para comprender el abandono escolar desde la voz de los estudiantes, a partir la perspectiva local, y por otra, para vislumbrar el fenómeno en el contexto de la educación superior de Latinoamérica.

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