DESARROLLO DE UN SISTEMA DE EVALUACIÓN DE PRÁCTICAS PARA DISMINUIR EL ABANDONO EN EDUCACIÓN SUPERIOR
LÍnea TemÁtica 2. PrÁcticas para reducir el abandono: acceso a la educaciÓn superior, integraciÓn a las instituciones e intervenciones curriculares.

MARTÍNEZ-GUERRERO, José
CAMPILLO-LABRANDERO, Magda
IBARRA-VEGA, Rocío
Universidad Nacional Autónoma de México - MÉXICO
[email protected]

Resumen. El abandono estudiantil es sin duda una de las problemáticas que se presenta de manera recurrente en las instituciones de educación superior y cuyas consecuencias educativas, sociales y económicas trascienden a la comunidad escolar (Braxton, 2006; Swail, 2006; Harrison, 2011). Desde hace varias décadas se han realizado múltiples estudios en todo el mundo para analizar y comprender con mayor profundidad esta problemática (De Vries et al., 2011; Hagedorn, 2006; Hossler, 2008;Tinto, 1997, 2006); con esta base de conocimientos, se han propuesto modelos explicativos y prácticas con el objetivo de coadyuvar a promover la retención y mejorar el desempeño académico de los alumnos. Entre las prácticas publicadas en la literatura destacan los programas de tutorías, mentorías, cursos propedéuticos, seminarios de primer año, cursos remediales, comunidades curriculares de aprendizaje, servicios de apoyo al aprendizaje, uso de las tecnologías para flexibilizar la enseñanza y motivar a los estudiantes, entre otras. Con el propósito de identificar las prácticas exitosas para disminuir el abandono estudiantil en las universidades, en el marco del Proyecto ALFA- GUIA, se diseñó un sistema de evaluación de prácticas con la participación de representantes de instituciones de educación superior de países de América Latina, España y Portugal, el cual incluye las siguientes etapas: 1. Búsqueda y recopilación de información, 2. Aplicación de criterios de selección de publicaciones, 3. Registro de documentos, 4. Análisis de la información registrada, 5. Formación de comités evaluadores, 6. Aplicación de una Guía para evaluar prácticas, 7. Dictamen de las prácticas evaluadas, 8. Clasificación jerarquizada de las prácticas y, 9. Difusión de las buenas prácticas. Participaron en la búsqueda y registro de documentos 23 representantes de instituciones socias del proyecto; en la evaluación de las prácticas 21 evaluadores, organizados en comités, quienes aplicaron de manera independiente la Guía de evaluación a cada documento seleccionado. Como resultado de la implementación de esta metodología, se registraron 173 documentos sobre diferentes temas de integración de estudiantes y de planificación e intervenciones curriculares, de las cuales, 64 eran prácticas con el objetivo explícito de reducir el abandono. De las evaluaciones realizadas, 19 prácticas resultaron “Aceptables”, 23 “Buenas” y una “Ejemplar”. Se dictaminaron 17 documentos como “no aceptables” y sólo cuatro como “no pertinentes”. Se concluye que el sistema permite evaluar de manera confiable y objetiva diferentes tipos de intervenciones institucionales para disminuir el abandono estudiantil, así como identificar aquéllas que pueden considerarse “Buenas prácticas”. Se recomienda promover una mayor participación de instituciones de educación superior y mantener actualizado el repositorio de prácticas.

Descriptores o Palabras Clave: Abandono estudiantil, Educación Superior, Prácticas para Reducir el Abandono, Evaluación de Prácticas.

Introducción

Desde hace más de 40 años se ha estudiado el fenómeno del abandono estudiantil como una problemática que representa un reto para las instituciones de educación superior (Tinto, 2006; Hagedorn, 2006). En Estados Unidos, el porcentaje de alumnos que deserta de los Community Colleges oscila entre 40 y 50% y en América Latina también se reportan cifras similares (De Vries et al., 2011; González, 2001, en Silva, 2011; Swail, 2006). Como se sabe el abandono escolar tiene consecuencias para los alumnos, la institución y la sociedad. En el caso de los estudiantes, supone un sentimiento de fracaso y de frustración personal, falta de competencias académicas y profesionales que derivan en la disminución de oportunidades laborales, pérdida de tiempo y dinero invertido en su educación. Desde la perspectiva de la institución, representa el incumplimiento de la misión y de los objetivos de la educación superior, además de pérdidas financieras, porque el dinero que se invierte en los alumnos no rinde los frutos esperados. Mientras que para la sociedad, significa también la pérdida de recursos en la formación de capital humano que no se incorpora al mercado laboral (Braxton, 2006; Swail, 2006; Zubirán, 2003).

Debido a las implicaciones que tiene el abandono en la educación superior, se han realizado muchos estudios, diagnósticos y propuestas teóricas alrededor del mundo con el objetivo de analizar y comprender con mayor profundidad esta problemática (Gómez, 1990; Harrison, 2011; Silva, 2011; Tinto, 2006; Zubirán, 2003). Una gran cantidad de investigaciones se ha enfocado en la identificación de los factores asociados al abandono y en las condiciones que afectan la retención de los alumnos. En este tipo de estudios se señala que los principales factores identificados se relacionan con aspectos personales (sociodemográficos, académicos, motivacionales, económicos, sociales y familiares) e institucionales (plan de estudios, modelo educativo, flexibilidad curricular, servicios de apoyo a los alumnos, calidad de la enseñanza, los profesores, el ambiente académico y social, así como la organización e infraestructura. Sin embargo, se ha cuestionado la validez de algunos modelos teóricos, debido a que la incidencia y efecto de estos factores puede diferir dependiendo del contexto institucional y cultural.

Por otro lado, se han identificado diversas prácticas con el objetivo de promover la retención y mejorar el desempeño académico de los alumnos, como acciones preventivas para fortalecer la retención, las cuales se pueden agrupar en las siguientes categorías: inducción y apoyo a estudiantes de nuevo ingreso, atención a alumnos con preparación deficiente, tutorías y asesorías académicas y de orientación, intervenciones curriculares novedosas, métodos pedagógicos activos, uso de TIC en la enseñanza, entre otras. En la literatura internacional con frecuencia se reporta que estas prácticas, de manera general, favorecen la integración social y académica, fomentan una mayor interacción entre profesores y alumnos, mejoran el compromiso y la motivación de los estudiantes, fomentan el desarrollo de habilidades interpersonales y de aprendizaje, incrementan el desempeño y el avance académico, aumentan los índices de retención de los alumnos, disminuyen el abandono escolar e incrementan los índices de graduación (Bettinger y Long, 2005; Braxton, Jones, Hirschy y Hartley III, 2008; Bremer, Opsal, Hirschy, Castellano, Center, Geise y Medhanie, 2011; Campisi y Finn, 2011; Cooper, 2010; Engstrom, 2008; Goodman y Pascarella, 2006; Hattie, 2011; Hendel, 2001; Koening, 2010; Martínez-Guerrero, Campillo y Valle, 2012; Milne, Keating y Gabb, 2007; Sevian y Robinson, 2011).

Los resultados logrados con estas prácticas en la disminución del abandono y el incremento en el desempeño académico de los alumnos en las universidades, ha sido muy variable. Entre los criterios considerados en la literatura para valorar ‘buenas prácticas’ se pueden señalar aquéllas acciones que han demostrado su eficacia, utilidad y posibilidad de réplica en diferentes contextos; además de estar bien documentadas, cuentan con el respaldo de la institución, definen con claridad los objetivos de la intervención, muestran un conocimiento profundo de la problemática detectada, están fundamentadas en conocimientos teóricos y empíricos sobre el problema, cuentan con estrategias claras para resolverlo, describen el contexto de la intervención, así como el método y el diseño del estudio (grupos de comparación, población objetivo, tamaño de la muestra y actividades que realizan en la práctica), mencionan el personal necesario, la infraestructura y los recursos financieros para llevar a cabo la práctica; y, además, presentan resultados de su implementación y de su efectividad: tamaño del efecto, significancia estadística e impacto en los índices de retención y eficiencia terminal (Campillo, Martínez-Guerrero y Valle, 2012; Educational Group for Guidelines on Evaluation, 1999; Martínez, Campillo, Rojo y Valle, 2012; Promising Practices Network, 2013).

Con el propósito de generar un repositorio de prácticas evaluadas para reducir el abandono y promover la graduación de los alumnos en la educación superior, en el marco del Proyecto ALFA-GUÍA, se diseñó un sistema de búsqueda, registro, evaluación y difusión de buenas prácticas, en el cual colaboraron veintitrés participantes de instituciones de educación superior de diferentes países de América Latina, España y Portugal. El objetivo del presente trabajo es describir esta experiencia internacional y documentar el proceso metodológico que se siguió para investigar, evaluar y seleccionar las prácticas que conformarán el Repositorio de prácticas para disminuir el abandono estudiantil.

2. Método

2.1 Procedimiento

El sistema para recopilar, evaluar e identificar buenas prácticas orientadas a disminuir el abandono, se desarrolló para cubrir las siguientes etapas metodológicas (Apéndice I):

a) Estrategia de búsqueda y recopilación de información. Se llevó a cabo una revisión sistemática en la literatura internacional, de artículos y publicaciones sobre prácticas de integración de los estudiantes a las instituciones y de planificación e intervenciones curriculares, orientadas a reducir el abandono en la educación superior. Asimismo, se revisaron trabajos sobre estudios empíricos y documentos institucionales sobre la implementación de programas de retención en educación superior. El período de búsqueda de publicaciones abarcó de 2000 a 2012 y participaron 23 representantes de las instituciones socias del Proyecto ALFA- GUÍA, trece de ellas recopilaron los documentos de integración de alumnos y diez instituciones registraron los de planificación e intervención curricular.

b) Aplicación de criterios de inclusión de documentos. En la selección de los artículos y documentos publicados se tomaron en cuenta los siguientes criterios: que se hayan llevado a cabo en cualquier parte del mundo, publicados entre los años 2000 y 2012, que estén documentados y que sean publicaciones arbitradas, o informes de programas nacionales avalados por una institución o libros de editoriales de reconocido prestigio académico y profesional.

c) Registro de documentos. Se diseñó un sistema informático para el registro de referencias recopiladas, con el propósito de capturar los datos de 83 publicaciones sobre integración de los estudiantes y 90 sobre planificación e intervenciones curriculares. Cada registró incluyó la referencia de la publicación en formato APA y un resumen de la práctica. Este repositorio también permitió la consulta y el análisis de los documentos recopilados.

d) Análisis de la información registrada. Se identificaron documentos relacionados con prácticas de integración de los estudiantes a las instituciones de educación superior y prácticas de planificación e intervención curricular, ambos tipos de prácticas que estuvieran orientadas a disminuir el abandono estudiantil. Además, se analizaron otros estudios empíricos relacionados con la integración de los estudiantes y con la planificación curricular y los métodos de enseñanza; en ellos se identificaron factores asociados al abandono estudiantil y documentos de propuestas relevantes sobre políticas para mejorar la retención en la educación superior. Con los documentos recopilados se hizo una clasificación inicial para identificar sólo aquellas publicaciones que describían prácticas probadas.

e) Formación de comités evaluadores. Con el objetivo de valorar las 40 prácticas identificadas de integración de los estudiantes y las 24 prácticas de planificación curricular, se conformaron comités de evaluación, integrados cada uno por tres participantes (se formaron cuatro comités para las prácticas de integración y tres comités para las prácticas de intervenciones curriculares). Los documentos fueron valorados por al menos tres evaluadores independientes, entre los miembros de los grupos de trabajo de instituciones de educación superior participantes en el Proyecto ALFA-GUÍA.

f) Aplicación de una guía de evaluación de prácticas. Los evaluadores utilizaron como instrumento la “Guía para evaluar prácticas de Integración de estudiantes y Planificación curricular” a fin de otorgar a las intervenciones una puntuación en cada uno de los siguientes elementos evaluados: a) especificar con claridad la problemática que origina la práctica, b) contar con una fundamentación teórica y empírica, c) describir de manera clara los objetivos, d) describir la población meta y la práctica reportada, y e) contar con una evaluación de la intervención implementada. Con base en las puntuaciones asignadas por cada evaluador se obtuvo una calificación que se tomó en cuenta para emitir un dictamen de calidad de la práctica, aplicando los criterios que se muestran en la Tabla 1.

Dictamen de las prácticas evaluadas. Con base en los dictámenes que los evaluadores emitieron, aplicando la Guía de evaluación de prácticas de manera independiente y, después de estimar el grado de acuerdo entre ellos, se otorgó un dictamen global a cada una de las prácticas evaluadas.

Clasificación de las prácticas evaluadas. En lo general se consideraron como ‘buenas prácticas’ aquéllas que obtuvieron un dictamen final de “Ejemplar”, “Buena” y “Aceptable” considerando el grado de acuerdo en la valoración global de los evaluadores.

Difusión de las buenas prácticas. Se encuentra en construcción la página de prácticas identificadas con acceso directo en el Portal del Proyecto ALFA-GUIA. En este espacio del portal se incluirá una presentación del repositorio de prácticas y un instructivo para que los usuarios puedan hacer búsquedas y consultas. El repositorio estará disponible para las instituciones de educación superior interesadas, así como para educadores y especialistas en el ámbito educativo.

2.2 Instrumento

Con el propósito de evaluar las prácticas de integración de estudiantes y de planificación curricular, y a fin de contar con un procedimiento estandarizado para lograr este objetivo, se diseñó la “Guía para evaluar prácticas de integración de estudiantes y de planificación curricular” (Apéndice II).

La Guía para evaluar prácticas está fundamentada en los criterios metodológicos más citados en la literatura actual para evaluar intervenciones educativas. Se consideraron seis parámetros de calidad que debe incluir la práctica: 1) conocimiento de la problemática a la que responde la práctica 2) fundamentación teórica y/o empírica, 3) objetivos de la intervención, 4) población objetivo a la que se dirige, 5) descripción de actividades, y 6) evaluación de la efectividad de la práctica (logro de sus objetivos). A cada elemento se le asigna un puntaje conforme a una rúbrica de cuatro criterios que van de 1 a 4, en donde 0 = “Sin información”, 1 = “Aceptable”, 2 = “Buena” y 3 = “Ejemplar” al evaluar cada parámetro de la práctica. Además, se cuenta con un espacio para que los evaluadores registren sus observaciones sobre la calidad metodológica de la intervención. La Guía se sometió a un procedimiento de revisión de pares y se validó con los participantes de los grupos de trabajo del proyecto ALFA-GUIA.

Con base en la ponderación de la evaluación (suma de los puntajes asignados por cada evaluador en los parámetros de la Guía) se obtiene una calificación al dividir el puntaje total entre 18 y al multiplicar este resultado por 10. Finalmente, se otorga un dictamen de acuerdo con la calificación obtenida, como se presenta en la Tabla 1.

Tabla 1. Dictamen de las prácticas de integración de estudiantes y planificación curricular según la calificación asignada

Calificación Dictamen
9.4 a 10 Ejemplar
7.8 a 9.3 Buena
6.1 a 7.7 Aceptable
1 a 6.0 No aceptable
No aplica/No pertinente No aplica/No pertinente

3. Resultados

A continuación se presentan los principales resultados de la valoración y el dictamen de las 40 prácticas de integración de alumnos y de las 24 de planificación curricular que se evaluaron (Tablas 2 y 3).

Tabla 2. Resultados de la valoración y dictamen de las prácticas de integración de estudiantes

Dictamen final Documentos de prácticas
Ejemplar 0
Buena 11
Aceptable 13
Subtotal 24
No aceptable 13
No aplica/No pertinente 3
Subtotal 26
Total 40

Tabla 3. Resultados de la valoración y dictamen de las prácticas de planificación curricular

Dictamen final Documentos de prácticas
Ejemplar 1
Buena 12
Aceptable 6
Subtotal 19
No aceptable 4
No aplica/No pertinente 1
Subtotal 5
Total 24

Como se puede observar en las tablas 2 y 3, de las 40 prácticas de integración de estudiantes identificadas sólo 24 obtuvieron buenas puntuaciones y de las 24 de planificación curricular, sólo 19 de ellas se valoraron como “Buenas prácticas”. Si se suman las prácticas de ambos grupos en cada una de las categorías del dictamen final se obtuvieron los siguientes resultados generales: Una práctica fue considerada como “Ejemplar”, 23 prácticas como “Buenas” y 19 prácticas como “Aceptables”.

4. Conclusiones

Como se señaló, el objetivo de este trabajo fue recopilar, evaluar, identificar y difundir prácticas exitosas para coadyuvar en la disminución del abandono y mejorar la retención de alumnos de educación superior; para ello, se aplicó una metodología de búsqueda, selección y evaluación de prácticas institucionales; además, se diseñó un instrumento con el fin de evaluar las intervenciones para disminuir el abandono. La implementación del sistema y uso de la Guía para evaluar las prácticas de integración de estudiantes y de planificación curricular permitieron contar con un procedimiento estándar y con una evaluación confiable y objetiva mediante la cual se evaluó de manera favorable un grupo de 64 “buenas prácticas” de integración de alumnos y de planificación curricular, con criterios de pertinencia, efectividad e impacto. Aún cuando el período de publicación de los documentos fue de 2000 a 2012, actualmente se continúa con la búsqueda y evaluación de documentos para identificar nuevas prácticas y mantener actualizado el acervo disponible.

Estas prácticas serán incorporadas a un repositorio para difundirlas a través del portal del Proyecto ALFA-GUIA, con la intención de que puedan ser de interés y utilidad para las instituciones de educación superior y para los especialistas interesados en la disminución del abandono estudiantil.

Como resultado de la implementación de este sistema de evaluación de prácticas institucionales para disminuir el abandono en educación superior, es evidente que aún quedan retos por superar a fin de lograr su consolidación. Por ejemplo, en la fase de ‘Aplicación de criterios de inclusión de documentos’ se requiere incorporar otros criterios, tales como buscar que las publicaciones reporten en sus resultados de evaluación el tamaño del efecto o la significancia estadística de la intervención implementada, lo que aportaría evidencia sólida sobre su efectividad y sería de mayor utilidad en la toma de decisiones de quienes consulten el repositorio.

En la etapa de ‘Formación de comités evaluadores’ es necesario realizar una capacitación de nuevos evaluadores en el uso de la Guía para evaluar las prácticas de integración de estudiantes y de planificación curricular; en dicha capacitación se les sensibilizará sobre la importancia de su participación. En cuanto a la Guía para evaluar las prácticas es importante que ésta sea sensible a la capacidad descriptiva de la publicación en la que se reporta la práctica; en ocasiones la intervención se valora de forma negativa porque no se cuenta con información suficiente para evaluar uno o más de los elementos. Además, la Guía debe ser clara con respecto a cómo valorar aquéllos documentos que describen más de una práctica, lo que es usual en los compendios de programas institucionales integrales.

Sería recomendable realizar una meta- evaluación formal de este sistema de evaluación de prácticas para identificar sus fortalezas, debilidades y utilidad para investigar, evaluar e identificar buenas prácticas para disminuir el abandono estudiantil y mejorar la retención en las instituciones de educación superior. También se recomienda revisar la “Guía para evaluar prácticas de integración de estudiantes y planificación curricular” y, en caso de ser necesario, ampliar los parámetros y criterios de calidad que debería cumplir cada intervención (King, McKegg, Oakden y Wehipeihana, 2013). Por último, se sugiere promover una mayor participación de los representantes de las instituciones de educación superior para la actualización del repositorio de prácticas y el monitoreo del uso de la información en el repositorio.

Referencias

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Apéndice I. Etapas metodológicas para investigar y evaluar prácticas que disminuyen el abandono estudiantil

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Apéndice II. Guía para evaluar prácticas de Integración de estudiantes y Planificación curricular

Uno de los objetivos del Proyecto ALFA-GUIA es identificar y difundir prácticas exitosas para disminuir el abandono y mejorar la retención de los estudiantes en las instituciones de educación superior. Con el fin de generar un repositorio de buenas prácticas en el Portal ALFA-GUIA, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), con la colaboración de un grupo de instituciones que participan en el Proyecto, inició en 2011 la recopilación de prácticas de Integración de los nuevos estudiantes y de Planificación de las enseñanzas en la educación superior.

Para compilar dichas prácticas se desarrolló un sistema —Sistema de registro de documentos y referencias— que permite anotar síntesis de documentos o artículos publicados en revistas o libros especializados, impresos o en línea, de documentos institucionales de universidades, organizaciones gubernamentales y no gubernamentales.

La presente Guía para evaluar prácticas se diseñó con el propósito de disponer de un procedimiento estándar que sirva como referencia para evaluar de manera sistemática las prácticas registradas en el sistema. El instrumento es resultado de la revisión de la literatura sobre la evaluación de este tipo de intervenciones, así como de los aportes de los colegas de las instituciones socias que participan con la UNAM en el proyecto.

Descripción de la Guía para evaluar prácticas

La Guía para evaluar prácticas considera seis elementos que idealmente debería incluir una práctica: respaldo institucional, conocimiento de la problemática que se propone resolver con la práctica, conocimientos teóricos o empíricos que la fundamentan, objetivos, población objetivo, cobertura de la población objetivo, actividades que caracterizan la práctica, estructura organizacional, infraestructura y recursos financieros necesarios, así como evaluación de la operación y de la efectividad de la práctica.

Está organizada en una matriz con siete columnas y seis filas. En la primera columna se encuentran los elementos para evaluar las prácticas; en la segunda, el indicador para evaluar cada elemento; en las cuatro que siguen se encuentran descripciones que reflejan el grado con el que se manifiesta el indicador, el cual se valora con cuatro criterios: 0 significa que carece de información, 1 que la práctica es aceptable, 2 que es buena, y 3 ejemplar; en la séptima columna se anota el puntaje que obtenga cada elemento como resultado de su valoración. En las primeras filas se encuentran los seis elementos que se evalúan y en la última se anota la suma de los puntos que obtuvo la práctica.

Guía para evaluar prácticas de Integración de estudiantes y Planificación curricular

I. Datos de la práctica

II. Instrucciones para el llenado de la Guía para evaluar prácticas

Anote en la última columna el valor que asignó a cada elemento de la práctica (0, 1, 2 ó 3). Para obtener el puntaje total, sume los valores de los seis elementos.

    CRITERIOS PARA EVALUAR LA PRÁCTICA PUNTAJE ASIGNADO
ELEMENTO INDICADOR (0) SIN INFORMACIÓN (1) ACEPTABLE (2) BUENA (3) EJEMPLAR  
1. Conocimiento de la problemática que da origen a la práctica. Grado de conocimiento sobre la problemática que da origen a la práctica. No presenta información sobre la problemática que da origen a la práctica. Describe la problemática (abandono escolar, reprobación, persistencia o retención) sin precisar datos que justifiquen la práctica. Utiliza datos del problema (abandono escolar, reprobación, persistencia o retención) que da origen a la práctica. Utiliza un diagnóstico institucional basado en información cuantitativa y cualitativa del problema (abandono escolar, reprobación, persistencia o retención) que da origen a la práctica.  
2. Fundamento teórico o empírico. Grado de fundamento teórico o empírico de la práctica. No tiene referente teórico o empírico. Señala conceptos teóricos o resultados de investigaciones, pero, no establece su relación con la práctica. Se fundamenta parcialmente en conceptos teóricos o resultados de investigaciones relacionados con la práctica. Se fundamenta en una teoría o en resultados de investigaciones relacionadas con la práctica.  
3. Objetivos de la práctica. Grado de claridad de los objetivos de la práctica. No presenta los objetivos. Señala el propósito general de la práctica pero no hace explícitos sus objetivos. Describe los objetivos de la práctica de manera general. Describe detalladamente todos los objetivos de la práctica.  
4. Población objetivo a la que se dirige la práctica. Grado de precisión con la que describe la población objetivo. No señala a qué tipo de población está dirigida la práctica. Señala alguna característica de la población a la que está dirigida la práctica. Describe de manera general la población a la que está dirigida la práctica. Describe con precisión las características de la población a la que está dirigida la práctica.  
5. Descripción de las actividades de la práctica. Grado de precisión con el que se describen las actividades. No describe información sobre las actividades de la práctica. Describe algunas de las actividades de la práctica. Describe de manera general las actividades de la práctica. Describe con claridad y precisión las actividades de la práctica.  
6. Evaluación de la efectividad de la práctica (logro de sus objetivos). Grado de efectividad de la práctica. No presenta información sobre el logro de los objetivos de la práctica. Señala que se evaluó la práctica pero aún no se han logrado los objetivos. Presenta evidencias del logro de algunos objetivos de la práctica. Presenta evidencias que demuestran el logro de todos los objetivos de la práctica.  
Puntaje total  

Observaciones

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Calificación

Puntaje mínimo = 0
Puntaje máximo = 18
Puntaje bruto = puntaje total de la práctica/puntaje máximo
Calificación = puntaje bruto X 10 =

Calificación Dictamen
9.4 a 10 Ejemplar
7.8 a 9.3 Buena
6.1 a 7.7 Aceptable
.6 a 6.0 No aceptable