PROGRAMA DE TUTORÍAS ENTRE PARES EN LA UNIVERSIDAD NACIONAL DEL LITORAL: ESTRATEGIA PARA REDUCIR EL ABANDONO EN EL INGRESO
LÍnea TemÁtica: 2

Saccone Jorge1
Pacífico Andrea2
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Dirección de articulación, ingreso y permanencia, Secretaría Académica, UNL, Argentina

Los altos índices de abandono y de ausentismo en el ingreso en la Universidad Nacional del Litoral (UNL), primera etapa de las trayectorias de los estudiantes en la universidad, han requerido desde la década del noventa, del diseño e implementación de dispositivos institucionales que den respuesta efectiva a esta problemática. La UNL, ha asumido el desafío que esta problemática implica y por ende, desde hace dos décadas ha desarrollado políticas de ingreso centralizadas, que han sufrido modificaciones a lo largo del tiempo, en pos de alcanzar la igualdad de oportunidades que sus estatutos y sus Proyectos de Desarrollo Institucional reafirman. En esta misma línea, se crea en el año 2004 el Programa de Becas de Tutorías entre Pares con el fin de incrementar la retención y reducir los índices de abandono de los ingresantes. Este dispositivo atiende distintos aspectos: institucionales, administrativo-académicos y personales, dimensiones que influyen a la hora de comenzar una carrera universitaria. En el presente trabajo se describen las características y los avances de resultados obtenidos a través de la implementación del Programa de Becas de Tutorías entre pares, cuya puesta en marcha procura reducir el abandono en el ingreso. Estos resultados se muestran a partir del análisis de los indicadores de abandono, ausentismo y desempeños académicos en los cursos de articulación en la serie temporal 2006-2013. El programa mencionado consiste en el trabajo conjunto entre los ingresantes y alumnos avanzados de las distintas unidades académicas logrando inserciones valiosas a la vida universitaria. Los estudiantes avanzados, a través de una serie de actividades académicas y extracurriculares, se constituyen en guías y referentes de los nuevos ingresantes lo que genera mejores condiciones para lograr la adaptación a un nuevo contexto de estudio. Para comprender los alcances de este programa se presentan las características del ingresante a la UNL ya que es a partir de esta construcción del perfil del ingresante que hoy procura habitar las aulas universitarias, que se va ajustando el programa Tutorías entre pares, considerada entonces, una estrategia de retención contextualizada y valiosa.

Descriptores o Palabras Clave: Abandono, Seguimiento del Ingresante, Tutorías entre Pares

Introducción

La educación pública en la Argentina ha sido un tema prioritario en la agenda del Estado Argentino desde la sanción de la Ley N° 1420. La nación se fue construyendo sobre la base del orden, progreso y educación. Este paradigma de educación = ascenso social, fue por mucho tiempo una realidad, una expectativa en el imaginario colectivo de muchos sectores sociales que depositaban en la educación, la base excluyente para un progreso individual enmarcado a su vez dentro de la concepción de progreso colectivo (Mejías et al, 2011).

Más allá de los matices que se la ha dado a la educación pública en la argentina en los diferentes períodos de gobierno, hay consenso en afirmar que la mayoría de las transformaciones sociales y económicas sustancialmente importantes han sido posible de la mano de las transformaciones educativas, de su fortalecimiento y de la vinculación del mundo de la producción con el mundo de la ciencia.

Actualmente, es posible observar que el acceso a la educación superior representa una etapa necesaria, en contraposición con las expectativas pasadas, que determinaban un sistema educativo más fragmentado pero bien delimitado en sus funciones formativas y en su rol social. Así la educación primaria y sus contenidos cognitivos se cerraban sobre sí mismos, porque se dirigían a grupos sociales vistos como subalternos de los cuales no se esperaba que siguieran estudios secundarios. La educación secundaria estaba, mientras tanto, destinada para las clases medias y elites que obtenían una instrucción básica en sus hogares, con institutrices o profesores particulares. Por su parte, la enseñanza universitaria fue una tercera corriente con su génesis propia y que proporcionaba estudios preparatorios para que los jóvenes fueran admitidos en las “facultades mayores” (Halperin Donghi, 2002). Esta situación ha cambiado, los jóvenes construyen sus subjetividades de otros modos y por lo tanto los modelos y las instituciones deben reconfigurarse.

En estos nuevos escenarios, el papel de la educación superior se transforma y se enfoca a contribuir con el desarrollo de la sociedad del conocimiento y de las competencias y servicios que se necesitan de acuerdo con el contexto de cada época. La creación de conocimiento y su utilización en la producción de bienes y servicios; en la formación para el trabajo, la prestación de servicios, la participación ciudadana y en el liderazgo político caracterizan a la educación superior de nuestros tiempos.

En esta línea, la Ley de Educación Nacional (2006), en la cual se extiende la obligatoriedad de la enseñanza hasta el último año de la escuela secundaria, configura un nuevo escenario que requiere, aún más, la profundización de las acciones tendientes a posibilitar el acceso a la educación superior a mayor cantidad de jóvenes.

Sin embargo, en la Argentina los datos muestran que en los últimos años la retención en el ámbito universitario cayó más de un 20% en promedio en todo el país, siendo del 63.7% en 2004 y de solo el 39.10% en 2007. En consecuencia, podríamos decir que se desconoce el destino de casi un 60% de los alumnos que se habían inscriptos a las universidades públicas argentinas (DINIECE, 2011).

Frente a esta fuerte expectativa que crea la universidad para la mayoría de los adolescentes, cabe a la misma una responsabilidad central en torno a la problemática del abandono. Asegurar el ingreso y el egreso a todos aquellos que posean capacidades actuales y/o potenciales para abordar los estudios superiores, atendiendo a las disparidades en los puntos de partida, significa afianzar los principios democratizadores e igualitarios, que tal vez sólo hoy la educación puede brindar.

En este sentido, la UNL desde los años noventa ha incorporado en su agenda la problemática del abandono, desarrollando programas centralizados que den respuesta a esta problemática, primordialmente, en el ingreso y en los primeros años de las carreras.

Uno de estos Programas es el de Tutorías entre pares, que se desarrolla en esta ponencia. El marco de referencia en el que se gesta reconoce el surgimiento de los sistemas de tutorías en la Argentina. En el contexto global de la internacionalización de la educación superior estos dispositivos toman un fuerte impulso en los últimos diez años (Capelari, 2012).

Las instituciones universitarias comienzan a implementarlos a partir de los procesos de acreditación de carreras que implica el cumplimiento de estándares mínimos acordados previamente. Para la mayoría de las carreras estos estándares hacen referencia a mecanismos de seguimiento de los alumnos a los efectos de facilitar su formación y de mejorar los índices de rendimiento y egreso.

En esta búsqueda de reducir el abandono el rol del tutor va tomando distintas configuraciones y funciones (Capelari y Erausquin, 2007).

El análisis de estos distintos modos de desplegar las acciones tutoriales presenta al tutor como: a) parte de un dispositivo institucional de tipo remedial para solucionar dificultades de los estudiantes, b) orientador que brinda respuestas personalizadas a distintas problemáticas de los estudiantes, c) orientador – promotor de aprendizajes académicos en los estudiantes. En el primero de los casos consideramos que las dificultades se sitúan solamente del lado de los estudiantes. En cambio, desde otra perspectiva, la segunda y la tercera configuración posibilitan actividades más proactivas que reactivas. La diferencia está que en la tercera configuración se pone el foco en los procesos de enseñanza y aprendizaje.

A continuación se describen los objetivos del programa Tutorías entre pares en la Universidad Nacional del Litoral, la configuración que asume y los avances de resultados obtenidos a partir de su implementación en el año 2004.

Para dar cuenta de los alcances del mismo, también se presentan las características del ingresante a la UNL ya que a partir de la construcción del perfil del ingresante que aspira a continuar sus estudios, es que se van realizando los ajustes al programa mencionado.

2. Tutorías entre pares: programa para reducir el abandono

2.1 Descripción y alcances

Desde el año 1992 se han definido en la UNL políticas centrales referidas a la articulación para mejorar el acceso a los estudios superiores, las cuales tienen una nueva mirada a partir del año 2000, cuando en el marco del Plan de Desarrollo Institucional se define una agenda de trabajo conjunto con las escuelas secundarias.

Seguidamente y en torno a las discusiones referidas a la formación de estudiantes en docencia y a la problemática de la retención y rendimiento de los alumnos ingresantes, es que la UNL desarrolla el programa de Becas de Tutorías (2004), que contempla el otorgamiento de becas a estudiantes avanzados de carreras de grado. El objetivo de este programa es por un lado, iniciar a los estudiantes en la formación docente previa a los inicios de la profesión docente universitaria y por otro, la contención y apoyo a los alumnos ingresantes a la UNL, durante el ingreso y el primer año de sus carreras.

El programa direcciona políticas que intentan brindar acompañamiento específico durante el desarrollo del Programa de Ingreso a la UNL en los cursos de articulación disciplinar: Matemática, Química, Contabilidad, Iniciación a la Ciencias Médicas, Biología, Problemática Psicológica, Ciencias Sociales, Iniciación a los Estudios Filosóficos, Lectura y Escritura de Textos Académicos y Comprensión de Textos.

Así los estudiantes avanzados –becarios de tutorías- designados para trabajar en las diferentes áreas, desarrollan sus actividades en el ingreso en los cursos de articulación mencionados y luego, en las materias del primer año de la carrera que son correlativas con los cursos.

El total de alumnos becados desde el 2004, fue aumentando anualmente, de una proporción de 1 tutor cada 125 ingresantes a la actualidad, de uno cada 82, teniendo como objetivo alcanzar en el 2014 una proporción de (1/70), se contará, entonces, con un total de 100 becarios de tutorías y una inversión de 600.000 pesos argentinos (103.626 dólares aproximadamente). Los becados desarrollan sus actividades, bajo la dirección de un docente, y con un plan de trabajo basado en el desarrollo de actividades tendientes al apoyo de los estudiantes con dificultades académicas en el ingreso y durante el primer año como así también favoreciendo la ambientación del ingresante a un nuevo ámbito de estudio, mediante el traslado de experiencias como par y la detección de potenciales dificultades económicas de los alumnos ingresantes, favoreciendo la difusión e información del programa integral de asistencia para alumnos de la UNL.

En este sentido, las actividades que llevan a cabo son múltiples y se contextualizan en cada Facultad y en cada cátedra. Así, colaboran en el desarrollo de los trabajos prácticos, organizan encuentros de estudios para sistematizar el abordaje de textos académicos, participan en la elaboración de trabajos prácticos y cuestionarios y dan clases de apoyo en contraturno.

Asimismo, despliegan acciones tendientes a propiciar la adaptación de los estudiantes a un nuevo contexto académico en el cual las relaciones entre pares suelen ser claves a la hora de construir sus trayectorias de formación. Los espacios de encuentros informales en peñas, ferias y festejos de diverso orden contribuyen a generar relaciones de confianza y amistad entre pares posibilitando la creación de vínculos de pertenencia institucional.

De este modo, los becarios se constituyen en referentes institucionales para los ingresantes colaborando no solo en la toma de decisiones académicas, tales como: inscripción a materias, abordaje de textos, resolución de trabajos prácticos y participación en actividades institucionales sino también involucra aspectos personales y sociales.

El programa además prevé la formación de estos alumnos becados mediante un programa de formación en docencia que contempla temas que van desde el rol del tutor en el ingreso y en el primer año de la carrera, el estudio del perfil del ingresante, estrategias de enseñanza, nuevas tecnologías aplicadas a la educación y la evaluación de los contenidos. Dicha formación es contemplada en los primeros meses del desarrollo de la beca, y está a cargo de docentes especialistas de las diferentes unidades académicas de la Universidad.

2.2. Perfil del ingresante. Clave para el diseño de estrategias

A los efectos del diseñar acciones válidas que respondan a las distintas problemáticas que se plantean en la educación superior - entre las que se encuentra las Tutorías entre Pares -, la UNL desde el año 2010 ha sistematizado el seguimiento del ingresante. Este sistema funciona a través de la aplicación de encuestas censales que recogen datos del ingresante: características socioeconómicas del hogar, estudios secundarios y/o universitarios de la familia, situación laboral, uso del tiempo, consumo cultural, orientación educativa recibida, expectativas a futuro, hábitos, prácticas de estudio. A la interpretación de estos datos se suman los que dan cuenta del abandono y del rendimiento académico en los cursos de articulación y en el primer año de las carreras. En el presente trabajo se muestran aquéllos que contextualizan al Programa Tutorías entre Pares.

2.3. Método

Las encuestas se aplican en cuatro momentos considerados claves en este proceso de transición entre la escuela secundaria y la universidad.

Primer momento: se aplican encuestas a los alumnos de quinto año de las escuelas secundarias con las cuales se trabajó en diferentes proyectos: Voluntariado universitario, Cafés del futuro, Tours de facultades, Talleres de orientación educativa.

Segundo momento: se aplican las encuestas a los estudiantes que eligen realizar algunos de los Cursos de articulación disciplinar en el mes de noviembre. Esta primera edición del programa mencionado es optativa.

Tercer momento: se aplican las encuestas a los estudiantes que cursan los Cursos de articulación disciplinar, segunda edición del Programa, esta instancia es obligatoria.

Cuarto momento: se aplican a aquellos estudiantes que cursan el primer año de la carrera, antes de finalizar el primer cuatrimestre.

En todos los casos las encuestas son aplicadas por los becarios de tutorías y no por los docentes que tienen a su cargo el desarrollo del curso y/o la materia. Aunque las encuestas son anónimas, de este modo se profundizan la creación de condiciones adecuadas para que los estudiantes puedan valorar libremente los procesos de enseñanza y aprendizaje de cada etapa. Los becarios de tutorías participan activamente en los talleres, grupos focales y entrevistas que buscan complementar la información recogida por las encuestas.

Tabla 1: Composición de la muestra, 2010 a 2013

Año Alumnos secundarios Primera edición Aspirantes Segunda edición Primer año
2010 223 921 ------- 2.381 1.505
2011 574 1.233 ------- 1.635 1.821
2012 1.135 1.780 ------- 2.119 1.834
2013 802 1.198 865 2.235 ---------

Tabla 2: Estrategia de recolección de datos y cantidad de encuestas levantadas, 2010, 2011, 2012 y 2013

  Alumnos secundarios Primera edición Aspirantes Segunda edición Primer año
Tipo de relevamiento Muestra intencionada de alumnos cursando quinto año de educación secundaria Censo de alumnos que rinden los cursos de articulación en el mes de octubre (en paralelo con finalización del secunda rio) Única aplicación de encuesta al momento de la inscripción Muestra represen tativa de alumnos que rinden los cursos de articulac ión en el mes de febrero Muestra intencio nada de alumnos cursando materias en el primer cuatrimestre del primer año
Criterio de selección muestral Escuelas con convenio con UNL Alumnos que se presentan la evaluación Sin selección Comisio nes seleccio nadas en función de la carrera elegida Materias anuales de primer año

Asimismo los becarios presentan anualmente dos informes: uno parcial, en la mitad del año académico (mes de julio) y otro final (mes de diciembre). El primero da cuenta de las acciones y resultados obtenidos hasta ese momento, los finales resumen lo desarrollado en el año, informando rasgos de los alumnos, dificultades para desarrollar acciones, opiniones de los becarios y acciones desarrolladas con sus resultados. Tanto los informes parciales, como los finales son avalados por el director/a de la beca.

En cuanto a los datos de abandono y de rendimiento académico se recogen del Programa de información y análisis institucional (PIAI), dependiente de la UNL.

A continuación se detallan la cantidad de encuestas aplicadas en cada año y en cada grupo.

El diseño de la encuesta auto-administrada tiene un carácter modular, permitiendo así quitar y agregar módulos según el momento de la trayectoria educativa por el que va transitando el ingresante. Este modo de abordaje permite la comparación de resultados, según el momento en que se aplica la encuesta, a los efectos de poder describir continuidades y transformaciones en las trayectorias.

Tabla 3: Módulos aplicados en cada grupo

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2.3.1 Rasgos de los ingresantes a la UNL

El promedio de edad de los ingresante es de 19 años, con un mínimo de 17 y un máximo de 62 años. El grupo de ingresantes en el turno de febrero presenta un promedio de edad relativamente más alto que el del grupo de ingresantes que participaron de la 1era edición y muy similar al de los estudiantes de primer año. Esto es así ya que la 1era edición de los cursos de articulación es una instancia opcional pensada para los alumnos de las escuelas secundarias que se encuentren finalizando sus estudios.

En cuanto al sexo de los ingresantes predominan las mujeres por sobre los hombres (53% y 47% respectivamente) con una tendencia creciente en la prevalencia planteada. Las tres disciplinas con mayor presencia femenina son: ciencias de la salud, ciencias económicas, ciencias jurídicas. En cambio las diferentes carreras vinculadas con la ingeniería, las ciencias naturales y arquitectura y diseño de la comunicación visual, tienen mayor presencia masculina.

En cuanto a los datos del hogar del ingresante: la cantidad de integrantes del hogar de los encuestados ronda la cifra promedio de tres a cuatro miembros. Se trata de hogares con mayor presencia de miembros adultos (2 y 3 adultos por hogar) que de niños (cuyo promedio es 1 miembro). La gran mayoría de los hogares de los encuestados tienen a ambos padres presentes: 65% se encuentran en esta situación, mientras que 2 de cada 10 viven en hogares con presencia femenina y 1 de cada 10 viven en hogares sin ninguno de ambos padres presentes.

El promedio de años de educación de los padres permite dar cuenta del clima educativo del hogar y es una variable clave a tener en cuenta para analizar el capital cultural de los encuestados. Esta variable fue construida imputando años de educación a cada una de las categorías enunciadas en la pregunta por el nivel educativo de los padres. Luego se suman los años de educación de cada progenitor y se divide por dos. Esto resulta en un promedio de años de educación acumulados por ambos cónyuges.

El promedio de años de educación de los padres de los encuestados es un poco menos de doce años, lo cual equivale, en términos categoriales, a primaria completa (7 años) y secundaria incompleta pero avanzada en cantidad de años cursados.

La madre presenta un promedio de años de educación relativamente superior al del padre. Los doce años de educación de la madre equivalen a primaria completa y secundaria completa, en cambio los del padre equivalen a primaria completa y secundaria incompleta.

En cuanto a la situación laboral de los hogares de los encuestados, la mayoría (55,8%) cuenta con ambos progenitores ocupados. El 20% aproximadamente de los hogares de los encuestados son sostenidos principalmente por la remuneración laboral obtenida por los padres. El 10% son sostenidos por la remuneración laboral obtenida por la madre.

Es mínimo el porcentaje de los ingresantes que declaran trabajar, solamente el 14%. En promedio, trabajan 17 horas semanales, lo cual equivale a tres horas y media diarias bajo el supuesto de cinco días laborables en la semana. Los que trabajan más horas semanales son los ingresantes en el turno febrero. Se supone que si bien al comenzar las carreras universitarias la gran mayoría no trabaja, este porcentaje va variando a lo largo de la vida universitaria.

Para relevar las razones por la cuales deciden trabajar se utiliza una pregunta de opción múltiple. La causa más mencionada por los ingresantes es la que refiere a la independencia económica que aglutina el 33,3% del total de respuestas. A una significativa distancia de la anterior, la segunda y tercera razón más mencionadas fue la de pagar los estudios y sostener el hogar propio que concentra el 16% del total de las respuestas. En cuarto lugar aparece la necesidad de aportar ingresos al hogar con 7,4%. Entre las otras razones para trabajar, los ingresantes mencionan: comprarme ropa, darme mis gustos, por el valor del esfuerzo, para no aburrirme.

La pregunta por los bienes culturales del hogar es de múltiple respuesta, en términos generales puede decirse que los alumnos de primer año cuentan en sus hogares con los siguientes bienes: computadora, acceso a internet, biblioteca y lugar para estudiar. El 98% declaran tener computadora en sus hogares, el 80% declaran tener acceso a Internet y lugar para estudiar y aproximadamente el 60% declaran tener biblioteca.

En cuanto a sus estudios previos un 56% de los ingresantes provienen de escuelas de gestión oficial y un 44% de gestión privada.

En cuanto al paso de los ingresantes por la escuela secundaria el 20% declaran haberse llevado materias durante la educación secundaria. En promedio se llevaron 2 materias. Entre las que más se llevaron figura en primer lugar Matemática (30%). Llama la atención que el idioma inglés se ubique en segundo lugar.

En cuanto al posicionamiento frente a la continuación de estudios superiores al momento de valorar los aportes de la escuela secundaria respecto a la decisión de continuar estudios universitarios casi la mitad considera que la escuela a la que asistió influyó mucho, el 20% considera que la escuela los ayudó algo o poco en la decisión de seguir estudiando y casi el 10% considera que la escuela no los ayudó en la decisión de seguir estudiando.

Esta valoración positiva con respecto a la influencia que tuvo la escuela en la decisión de continuar estudios universitarios, está relacionada con el hecho de volver a elegir la escuela. Tanto es así que casi el 60% de los ingresantes que volverían a elegir la escuela a la que fueron, responden que la escuela los ayudó mucho en la decisión de continuar estudiando.

Sin embargo a la hora de responder respecto a la opción más influyente en la elección de las carreras señalan en primer lugar las oportunidades de empleo a futuro y le sigue en importancia las conversaciones con familiares. La información provista por las escuelas secundarias es la opción considerada menos importante.

Acerca de las expectativas a futuro la más mencionada por los ingresantes fue la de formación profesional: más del 70% eligieron esta opción. Le siguen en importancia con un porcentaje de 60%, la expectativa de conseguir trabajo y poder vivir de lo que les gusta. A mayor distancia aparece la expectativa de ganar dinero. La expectativa menos considerada por los ingresantes es la de continuar un emprendimiento familiar: menos del 10 % señalan esta opción.

Entre el conjunto de otras expectativas a futuro relacionadas con los estudios universitarios, se destacan las que tienen que ver con poder transformar la realidad y ayudar a los demás. Además, los encuestados también agregaron que estudiar les permitirá ser felices y lograr realizarse

El cruce entre la carrera elegida y las expectativas a futuro posibilita encontrar ciertas tendencias:

-La expectativa de conseguir trabajo tiene mayor peso en las respuestas de los ingresantes y cursantes de las carreras de ciencias exactas y las ingenierías.
-La expectativa de ganar dinero tiene mayor peso entre los ingresantes a las ingenierías y a las carreras de arquitectura y diseño de la comunicación visual.
-La expectativa de formación profesional, si bien es la más importante para los ingresantes y cursantes de todas las carreras, adquiere un peso relativo mayor entre los de ciencias jurídicas.
-La expectativa de vivir de lo que me gusta adquiere mayor peso entre los ingresantes y cursantes de las disciplinas artísticas.
-Los ingresantes y cursantes de carreras de las ciencias sociales y disciplinas artísticas son quienes en mayor medida nombraron otras expectativas: los primeros hacen referencia a expectativas de transformar la sociedad y ayudar a los demás y los segundos refieren a expectativas de autorrealización.

En este contexto también resulta interesante analizar las respuestas múltiples sobre los miedos que los estudiantes de primer año expresan poseer: el 85% declaran tener miedo a no aprobar las materias, el 60% a no poder adaptarse al ritmo de la universidad y el 35% a haberse equivocado en la elección de carrera y el 30% a no cumplir con las expectativas de los padres o defraudarlos. Al respecto resulta clave la tarea que los becarios de tutorías desarrollan: acompañamiento, apoyo para estudiar y ayuda para tomar decisiones curriculares.

En cuanto a las expectativas de inserción laboral a futuro la más mencionada es la relacionada con el sector privado: casi el 50% eligieron esta opción. Otros sectores en los cuales los ingresantes esperan insertarse son el sector agropecuario, tercer sector (Ong´s, grupos sociales), en la política, en el sector salud.

Estas acciones nos permiten visibilizar al alumno real que hoy procura habitar las aulas universitarias. El acompañamiento que los becarios de tutorías realizan posibilita esta construcción del perfil de los ingresantes y a su vez, constituye un insumo clave a la hora de realizar ajustes al Programa de Tutorías entre pares ya que permite clarificar los rasgos que portan estos ingresantes y los modos en que construyen su subjetividad. La socialización de estos datos respecto a los ingresantes con los directivos de escuelas secundarias, con los docentes del Ingreso y de los primeros años de las carreras contribuye a pensar a estos estudiantes con sus historias biográficas y sociales, con sus expectativas y con sus temores y nos posiciona en una perspectiva diferente a la hora de tomar decisiones políticas y pedagógicas que impliquen la inserción valiosa de estos estudiantes a la vida universitaria.

3. Resultados

A partir del año 2000 y en el marco de una profunda crisis económica y social, -que afectó directamente a las universidades argentinas-, se ve reflejado un aumento en el número de inscriptos, sin embargo los índices de abandono son muy altos alcanzando en promedio en todo el país el 40% en 2004 (DINIECE, 2011), en el caso de la UNL alcanza un 50% (PIAI, 2013).

El Programa de Tutorías entre Pares, creado en el seno de la UNL en el año 2004, ha sido uno de los dispositivos diseñados para procurar reducir el abandono en el ingreso y en el primer año de las carreras y consecuentemente mejorar las tasas de retención en el primer año de las carreras. El fenómeno del abandono es multifactorial y requiere ser abordado desde múltiples dimensiones. Es así que el mencionado programa se acompaña de becas integrales (ayuda económica, salud, residencia, etc) y de talleres de orientación educativa.

En cuanto a la configuración que asume y orienta las intervenciones de los becarios de tutorías, responde a necesidades y problemas que presentan los estudiantes en distintos aspectos: personales, sociales y académicos.

Este programa a nueve años de su creación muestra algunos avances positivos que se visibilizan en el mejoramiento de los rendimientos académicos de los ingresantes en los cursos de articulación disciplinar y en las tasas de retención en los primeros años de las carreras. Asimismo se pueden capturar algunos cambios en las relaciones que se entablan con el nuevo contexto de estudios. Los avances de los resultados se presentan en dos dimensiones: una cuantitativa y otra cualitativa.

En cuanto a la dimensión cuantitativa: en el período 2006-2013 se observan mejoras del rendimiento académico (Fig. 1) en los cursos de articulación disciplinar (CAD) de hasta tres puntos porcentuales (del 85% de aprobación en el 2006 al 88% en el 2013) con algunas fluctuaciones significativas en los años 2009 y 2010. Una de las hipótesis que podría explicar estas variaciones refiere a una serie de modificaciones que se implementaron en el Programa de Ingreso.

En cuanto a la tasa de retención: en el año 2004 la tasa de retención en el primer año fue del 49% (datos con los que se cuentan al 2013) mostrando un ascenso de 17 puntos porcentuales, alcanzando una tasa de retención en el primer año de las carreras del 63% en el 2012 (Fig. 2).

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Figura 1

 

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Figura 2

En cuanto a la dimensión cualitativa, se parte del análisis de los informes de los becarios de tutorías que señalan como uno de los problemas centrales que se les presentan a los ingresantes los relativos al uso del tiempo personal, al ritmo de enseñanza y los hábitos de estudio.

Al respecto a través de las encuestas, talleres y entrevistas mencionadas se ha podido captar que los ingresantes frente los nuevos requerimientos de estudio que demanda el ámbito universitario y contando con el acompañamiento de los becarios de tutorías, han presentando variantes a medida que avanzan en el primer cuatrimestre de estudio.

En este sentido, es que los libros y fotocopias son los materiales más utilizados por los estudiantes de primer año, desplazando a los apuntes de clases, que aparecían en los cursos de articulación en primer lugar.

La organización de los tiempos en el espacio universitario fue el aspecto que los alumnos de primer año consideran radicalmente diferente en relación con la pasada experiencia en la escuela secundaria. La necesidad de estudiar más tiempo y de otro modo va tomando lugar.

Al respecto, el modo de estudiar que mayormente utilizan los ingresantes es haciendo resúmenes: más del 70% declara estudiar de esta manera. La técnica del subrayado aparece en segundo lugar de importancia. Sólo el 20% declaran estudiar memorizando. Entre los alumnos de primer año –en comparación con el total de la muestra- la técnica del subrayado se acerca a la más usada. Otras formas de estudiar que declaran los ingresantes: leyendo muchas veces, comprendiendo, interpretando con mis palabras, haciendo anotaciones al margen, discutiendo en grupo, leyendo y repitiendo en voz alta, comprendiendo con ejemplos, haciendo ejercicios, grabándome y luego escuchando, escuchando música. Si se compara las respuestas recabadas entre los ingresantes y los estudiantes de primer año el modo de estudiar va sufriendo transformaciones: la técnica del subrayado va ocupando mayor terreno.

El análisis acerca de los modos de estudiar y los materiales de estudios más utilizados presentan variaciones a medida que los estudiantes avanzan en este espacio de transición: el libro va desplazando a los apuntes de clases y el subrayado a los resúmenes. Los estudiantes de primer año van asumiendo paulatinamente las exigencias que requiere el nuevo contexto de estudio. En este sentido, las grandes diferencias que señalan entre la escuela secundaria y la universidad están centradas fundamentalmente en la organización de los tiempos en tanto el ritmo de los procesos de enseñanza y aprendizaje que se llevan a cabo, implican aprender más en una menor cantidad de tiempo.

4. Conclusiones

El Programa de Tutorías entre pares para el acceso y la permanencia constituye una estrategia diferenciada que se va consolidando con el paso del tiempo.

Su institucionalización ha posibilitado que los docentes responsables de los cursos de articulación y de las materias de primer año soliciten a los estudiantes avanzados de las carreras que se anoten en la convocatoria anual para acceder a estas becas. Asimismo las actividades que en este marco se van desarrollando resultan innovadoras y pertinentes a los efectos de lograr los objetivos planteados.

Si bien resta aún extender la cantidad de becas de modo que se pueda llegar a más ingresantes y se debe continuar trabajando a los efectos de profundizar sus alcances, -sin separarse de la función de acompañamiento que posee este tutor con respecto a sus pares-, es considerada en la actualidad como una política de inclusión que posibilita, a su vez, el inicio de la docencia en un ámbito complejo como es el de la articulación de niveles. Al respecto, en la actualidad se están diseñando nuevos modos de acompañamiento a los tutores, fortaleciendo por un lado el papel de los directores y por otro proponiendo instancias formativas sistemáticas que procuran el desarrollo de instancias de reflexión en torno a la propia experiencia y el aporte de nuevas herramientas teóricas que posibiliten la apertura hacia nuevos modos de pensamiento.

La incorporación de estudiantes a través de tutorías al momento de ingreso, resulta una interesante experiencia en varios sentidos ya que:

1. Facilita la incorporación a la vida universitaria por el traslado de vivencias de pares alumnos avanzados, posibilitando una mayor retención; constituye una primera aproximación al ámbito académico, tanto en lo que respecta a la esfera de conocimiento disciplinares como a los intercambios personales ingresante y tutor, el tutor cumple un rol estratégico en términos de acompañamiento y contención en cuanto a su legitimidad para plantear diferentes opciones que se pueden establecer como alternativas para suplir dificultades extracurriculares, facilita la apertura del ingresante a raíz de sus proximidades etarias.
2. Constituye un interesante modo de iniciación en el ejercicio de la docencia. Los cursos de formación pedagógica brindan elementos básicos que luego trasladados a los espacios de formación disciplinar, conjugan eficazmente dos aspectos inseparables en la actividad docente.
3. Resulta un eficaz instrumento de apoyo y acompañamiento disciplinar para los alumnos.

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