Desnutrición e Inseguridad Alimentaria

Dr. Guillermo Ros-Zanet

Es necesario, es un imperativo vital, alcanzar una visión integral del Fenómeno Desnutrición, en nuestro país y en todos los países que viven (o mal viven) en un permanente y desafortuna­ do subdesarrollo casi total,junto a unos pocos que bien viven en permanente super desarrollo...

Es, pues, vitalmente necesario luchar, sabia y humanísimamente,por alcanzar la buena nutrición no sólo del nino,del hombre, sino t;imbién de todo ser viviente;de la naturaleza toda.

Y desde aquí,con bien y verdad,y desde más allá de esta esencial y trascendente lucha, se ha de buscar también, con altísima visión de vida y destino, la buena nutrición de la madre naturaleza. Comprendamos que la naturaleza toda es un ser vivo, viviente, que debemos cuidar con amorosa sabiduría... Seamos seres humanos inteligentes, capaces de vivir y morir, en comunión de vida superior,con la naturaleza toda: animada o inanimada, y de humanizar la naturaleza artificial que construimos cada día.

La naturaleza es la casa del hombre. En ella ha de vivir y convivir el hombre... En esa casa nace, crece, piensa, ama, odia,construye, destruye, crea,serepro­ duce de humana manera (y tantas veces de inhumana manera),muere y es enterrado...Vuelve la tierra a la tierra, o vuelve la mala tierra a la tierra inhumanamente empobrecida, danada... por el hombre.

¿Por qué envenenamos, ensuciamos y pudrimos las aguas? ¿Por qué contaminamos el aire, y danamos de modo inmisericorde la fertilidad de la tierra hasta hacerla desierto? ¿Por qué defo­ restamos los espacios arbolados de la manera tan insensata? ¡La destruimos sin misericordia!

La tierra (la naturaleza entera) es nuestra hermana tierra (San Francisco de Asís).Posee,como nosotros claros derechos... (derechos desde la primogenitura). Derecho a un pleno ser y permanecer,en el tiempo y todoslos tiempos, que debe ser respetado... Es un ser vivo... Es nuestro prójimo, nuestro hermano, al que debemos respetar, amar,cuidar y alejar delmal,de la enfer­ medad y de la muerte... Madre,hermana,prójimo.

Nuestros alimentos nos los da la tierra, desde simisma y desde elnoble y amo­ roso trabajo del hombre...Este pan y este vino...

El aire y el agua son alimentos, son nutrientes del hombre, de los seres vivos,y en y de la tierra (de las aguas y del nacen y crecen los alimentos del hombre y del a vida, La materia entorno nos nutre, nos alimenta. El mal entorno total nos desnutre. Eso es real: la vida buena o la vida mala surgidas de lanaturaleza,absolutamente,vienen del pensar y del hacer bueno o malo del hombre... sólo del hombre, y no del mercado.

Es la llamada lógica de la preferencia, que debe cumplirse en bien, justicia y verdad, para que se haga realidad el Bien Común.

Provocar artificialmente la carestía (el desabastecimiento) de productos básicos de la alimentación humanan o de bienes esenciales, en el infierno del mercado local o nacional, para que los comerciantes (los vendedores del producto, del bien -o del servicio-) aumenten injustamente sus ganancias, rompe la noble búsqueda y el encuen­ tro del Bien Común.

Lo que es un bien para el comerciante (para unos pocos individuos o para una inmensa minoría insolidaria, egoísta) es una gran mal para los consumidores, que siempre, serán la real e inmensa mayoría.Los desnutridos, los que sufren de la inseguridad alimentaria y de otras muchas inseguridades.

La inseguridad alimentaria es, sin duda alguna, fuente de dificultades para alcanzar un adecuado consumo de buenos alimentos (en especial para los más pobres), fuente de subalimentación,de Desnutrición,y fuentetambién de inarmónico consumo, de Desnutrición) que lleva a la obesidad.A la obesidad en medio dela pobreza.

En Panamá, en este nuestro país de injusticias y de inseguridades vitales, el aumento constante y sin control del precio de los alimentos y de muchos otros bienes, y de la mayoría de los servicios,tanto públicos como privados o privatizados: agua potable, medica­ mentos, energía eléctrica, teléfono, transporte,atención de salud hospitalaria, además de las tributaciones sin nombre de tributaciones o de impues­ tos, o con esos nombres, vandaliza de modo inmisericorde el salario de una inmensa mayoría de personas. Sufren sobre todo los jubilados y pensionados de la clase pobre y media (y que no han alcanzado el disfrute (gubernamentales o no) de salarios productores de segura y pronta riqueza);ciudadanos que viven (sobreviven) con salarios congelados a perpetuidad. Inseguridades y desnutrición unidas para mayor inseguridad y más desnutrición.Elcírculo vicioso.

Busquemos,desde la verdad y la vida,el Bien Común, la justa distribución de la riqueza del país (una riqueza que no es sólo económica), que es una riqueza integral: social, económica, educativa, sanitaria, cultural, alimentaria, política, ecológica, espiritual, moral, ética, y más,infinitamente más.