Reflexiones

Dr. José Guillermo Ros-Zanet

No es bueno, a estas alturas del tiempo y de la vida nacional, de la historia, seguir hablando de Áreas Revertidas... Asi perdemos conocimiento, y nos perdemos en la búsqueda(y encuentro) de la verdad.

Es que lo que revertió a Panamá fueron una portentosa obra de ingeniería y dos grandes ciudades, situadas a norte y al sur de la capital de a República; con toda la infra y la supraestructura de dos ciudades humanísimamente planificadas que pasaron a manos de un solo dueno, el Estado, que no supo (o no ha sabido aún) darles el uso social adecuado y necesario, desde una sabia Política Nacional de Vivienda, capaz de beneficiar con profunda equidad y verdad a la clase media, a pobres y ricos, y con respeto profundo por el entorno: por la Naturaleza, ese otro buen prójimo de hombre... Y así estamos: sin desear y sin buscar encontrar eso que se llama El Bien Común... No hubo, No había Estado y no hubo estadistas, Hubo sólo Partidos Políticos, Gobiernos Faltó visión de Patria.

Hoy existiría una real cercanía, (con mayor verdad y realidad) entre los lugares públicos o privados de trabajo, y el lugar de vivienda de funcionarios públicos de sencillos obreros y empleados y de altos ejecutivos y empresarios... Escuelas, bibliotecas, parques hospitales, centros de salud, mercados, oficinas de correo, almacenes, etc cercanos al usuario, al demandante; o accesibles desde un eficaz sistema público o privado de transporte... Y así es como estamos. Revierten áreas si: naturaleza primigenia nuestra, y nos regalaron dos grandes ciudades y una obra de inmensa ingeniería, obras que no eran nuestras.

Hoy sería menos dañina la plaga social en que se ha convertido el automóvil (Se toma las vías de circulación que se transforman en grandes atascos y en extendidos y dificultosos estacionamientos). Es la consecuencia del actual pésimo servicio de transporte público (?). Y muy pronto una cuarta parte (¿o más?) del número de automóviles existentes hoy en nuestra capital dejará de circular ante la Imposibilidad de muchos propietarios de seguir pagando el ya inacabable y creciente costo de combustible.

La solución podría ser un prodigioso invento (posible) que permita el uso inteligente, grandioso de la energía solar guardada, acumulada, en una pequeña celda solar, que pueda ser fácilmente recargable, capaz de mover automóviles a gran velocidad por muchísimos días... Ojalá que llegue pronto la buena solución de vida!

Deforestar en nuestro país (pequenísimo territorio), para sembrar caña de azúcar o palmas aceiteras para la alimentación de motores de automóviles, tiene un costo mayor para el país que conservar los bosques. Los espacios arbolados, los bosques, son más rentables más productivos (Bienestar ambiental y más) que el alcohol o el aceite producidos y destinados a mover automóviles, a contaminar el ambiente Deforestar no es solución en nuestro pequeño país; es "ecocidio" suicidio ambiental. Es anuncio de futuros desiertos. Se empobrece más el recurso agual, se acrecienta la (así) inevitable próxima y oscura pandemia: La sed.

La naturaleza primigenia se aleja (desaparece), cada vez más, tomada por la naturaleza artificial: el cemento, el acero y el vidrio.

Hoy ha de existir y ha de ser real verdad la existencia de la Justa Distribución de la riqueza nacional ... No se ha de congelar a perpetuidad "el salario" de ningún jubilado (tal como ocurre hoy), en tanto se aumenta sin misericordia el salario de altos funcionarios públicos... No se ha de condenar al jubilado, al anciano, al ser humano a una oscura existencia. Todo hombre tiene derecho a vivir plenamente la vida; humanamente Y no tienen derecho algunos hombres a existir en la sobre abundancia material (no puede ser espiritual) a expensas, a costa, de vivir menesteroso de una inmensa mayoría de seres humanos.

Todo Gobierno está ética y vitalmente obligado a gestionar, en bien y verdad, la búsqueda y el encuentro de la justa distribución de la riqueza integral de país.