Entrevista con la Ingeniera Min Chen CEO de REDOXIGEN
Rolando A. Guittens
Instituto de Investigaciones Científicas y Servicios de Alta Tecnología (INDICASAT-AIP)
[email protected]
Min nació en Guangzhou, capital de la provincia de Cantón de la República Popular de China. Sus padres decidieron migrar a Panamá en búsqueda de un mejor futuro a raíz del comunismo cuando ella tenía apenas cuatro años. Se establecieron en la Provincia de Colón en donde vivieron hasta que Min se graduó de Bachiller en Ciencias y Letras del Colegio La Salle- Margarita. Luego, se mudaron a la ciudad de Panamá, donde ella realizó sus estudios de Licenciatura en Ingeniería en Informática en la Universidad de Panamá con una beca del IFARHU. Desde que estudiaba su licenciatura, Min trabajó en diversas organizaciones, incluyendo startups, centros de investigación, multinacionales e instituciones gubernamentales. Su último empleo fue como consultora técnica para la región Latinoamericana en una empresa de Silicon Valley que ahora forma parte de Oracle.
Trabajar en diversas empresas y países, le creó muchas interrogantes sobre cómo ejecutar proyectos de software de forma exitosa. Esto la llevó a estudiar la Maestría en Ingeniería de Software en la Universidad Carnegie Mellon con una beca Fulbright en 2004.
En 2006, cuando regresó a Panamá luego de haber estudiado y trabajado en el extranjero, fundó su primera empresa, Alcenit Corporation, que asesora a organizaciones medianas y grandes en temas de gestión de tecnología e innovación.
En 2010, tomó la especialización en Gerencia de la Innovación en la Escuela de Negocios Haas de la Universidad de California en Berkeley, con una beca de SENACYT. Y en 2016, fundó su segunda empresa REDOXIGEN, INC., en donde desarrolla sus ideas para cerrar la brecha digital a la realidad a través de productos de software. Dentro de esta iniciativa, lanza Interfase, el primer juego de realidad aumentada de Panamá que premia a los jugadores por incluir a los comercios del país en la era digital a través de este juego de ciencia ficción.
Los invito a conocer un poco más sobre esta gran emprendedora en el mundo tecnológico.
¿Cuándo nació tu interés por la tecnología y las ciencias? ¿Tuviste alguna figura inspiradora que te haya empujado por ese camino?
Desde niña me gustaban las matemáticas. Probablemente porque era la única materia que entendía en primer grado, ya que para entonces aún no sabía comunicarme en español. Sin embargo, creo que mi interés por las ciencias se debe principalmente a mis padres. Mi papá era ingeniero eléctrico- electrónico, con mucho conocimiento de mecánica, química, carpintería y soldadura. Hacía los muebles de la casa, reparaba todo e inventaba cosas nuevas. Para todo tenía una explicación lógica y lo llevaba a lo experimental para comprobarlo. Mi mamá tampoco se quedaba atrás. Ella me hacía juguetes con los materiales cotidianos, desde ropa para muñecas hasta casas hechas de madera. Me fascinaba el proceso de poder entender el mundo con la ciencia y llevar ideas a la realidad con la aplicación de conocimientos científicos.
Crecí en medio de equipos electrónicos pues mis padres tenían un taller de reparación. Me gustan mucho los videojuegos y era buena en eso. Incursioné en la computación con las clases de programación en el Colegio La Salle. Me fascinaba poder controlar la computadora a través de un lenguaje de programación. Era como aplicar matemáticas para codificar las actividades cotidianas en un lenguaje que entendiera la computadora. En ese momento pensaba que si podía programar todo, entonces se eliminarían los errores humanos (¡qué ideal!).
¿Qué tan complicada fue tu incursión en el emprendimiento tecnológico? ¿Cuál fue tu primer emprendimiento?
Los retos que he tenido a nivel profesional se han debido más al hecho de ser mujer. Cuando solamente laboraba como ingeniera, no sentí ninguna desventaja. Mis colegas eran muy respetuosos y yo ganaba bastante bien como profesional. Fue cuando inicié como emprendedora que noté que el trato no era solo con base a la capacidad técnica, sino que el ser hombre o mujer influía en las decisiones de otros. Por suerte, esto está cambiando gracias las acciones tanto de hombres como mujeres para lograr equidad.
Con mi primer emprendimiento Alcenit Corporation, fundado en el 2006, me di cuenta que lo más difícil de emprender es enfrentarse a uno mismo. A pesar de que el ecosistema de emprendimiento en Panamá aún no está maduro y mucho menos hace 11 años, lo más difícil ha sido superar mis propias limitantes.
¿Existe un ambiente de emprendimiento en Panamá? Ha mejorado en los últimos años, especialmente gracias al esfuerzo de emprendedores, organizaciones sin fines de lucro, educadores y entidades gubernamentales que impulsan este tema. Cuando inicié hace 11 años, no se hablaba de emprendimiento. Decíamos que éramos “independientes”, lo cual la gente interpretaba como “desempleado”. Aún no tenemos un ecosistema de emprendimiento maduro, pero por lo menos se habla del tema y decir que uno es emprendedor, es algo más glamoroso.
El campo de las tecnologías de la información y la comunicación (TICs), como varios otros campos tecnológicos, es reconocido por su disparidad de género. Tu reputación como mujer emprendedora está ayudando a romper barreras e inspirar a muchas jóvenes estudiantes. ¿Cuál es tu mensaje para esas futuras emprendoras y cuáles han sido los mayores retos en esa lucha por la equidad de género?
Aún llaman a mi teléfono para hablar con el señor Min Chen. Cuando contesto “ella habla”, me preguntan si soy su asistente. Yo me río.
Mi mensaje a las emprendedoras o toda mujer es que trabajen como si esa disparidad no existiese. No usar esa disparidad como una excusa para no hacer, pues sería darle más fuerza a lo negativo. Crean en sí mismas, abran su propio camino porque si siguen el trazado por otro, solo llegarán adonde otros ya han llegado. En su camino encontrarán muchos hombres y mujeres que las apoyarán. Cada vez son más las personas que trabajan por una sociedad con más equidad, pero aún hay muchas cosas por hacer.
¿Qué temas dentro de las TICs ofrecen buenas oportunidades de emprendimiento en Panamá?
Más que un tema, considero que la oportunidad está en la necesidad. Un emprendimiento debe resolver un problema que afecte a muchos, más allá de la tecnología que se utilice. Mi recomendación es identificar un problema, buscar una solución para dicho problema, hacer un prototipo (mínimum viable product) para probar la viabilidad técnica y también la validación del producto en el mercado. De nada sirve tener un producto tecnológico que funcione a la perfección si el mercado no lo quiere usar.