Talleres y mentorías de acompañamiento Académico, como promotoras de la permanencia De estudiantes que ingresan por vías inclusivas a la Universidad Alberto Hurtado.

Resumen

Durante el año 2019, el Programa de Acompañamiento y Acceso Efectivo a la Educación Superior (PACE) de la Universidad Alberto Hurtado (UAH) está implementando un programa de acompañamiento académico para los estudiantes de primer año que ingresan por medio del programa. Este proyecto tiene un enfoque didáctico socio constructivista, se sirve de la herramienta “evaluación para el aprendizaje” (EpA) y tiene por objetivo que los estudiantes desarrollen las habilidades necesarias para insertarse y desenvolverse en sus respectivas comunidades académicas.
Los beneficiarios del programa son estudiantes que ingresan vía PACE, de formación técnico profesional e insertos en contextos con alto índice de vulnerabilidad. Estos alumnos tienen trayectorias no lineales y presentan dificultades académicas y de integración. Las evaluaciones a las que se enfrentarán en la universidad miden la comprensión de las lógicas de pensamiento y las nociones básicas de cada disciplina. Se trata de una actividad de alta exigencia que implica utilizar habilidades que no necesariamente fueron desarrolladas durante la formación escolar, por lo que el ingreso a la universidad resulta un desafío aún mayor. En consecuencia, muchos de estos estudiantes, ante la compleja experiencia de ingresar y adaptarse a la universidad, corren el riesgo de abandonarla.
El propósito del presente trabajo es exponer la experiencia de acompañamiento académico implementado por el PACE UAH, la que fue desarrollada en dos fases: a) implementación, a comienzos del año académico, de una Escuela de Nivelación Temprana, que tuvo dos grandes objetivos: facilitar una primera aproximación a la universidad y aplicar diagnósticos académicos en dos áreas (matemática y alfabetización académica), a partir de los cuales se construyó un plan de acompañamiento individual; b) implementación de talleres y mentorías que buscaban facilitar los apoyos que los estudiantes necesitaban, a medida que avanzaba el semestre.
Para implementar estas intervenciones se conformó un equipo docente que desarrolló un enfoque que considera las experienciales vernáculas de los estudiantes como potenciales de aprendizaje. Asimismo, el diseño de los talleres y mentorías se sirvió de las evaluaciones y contenidos de los cursos disciplinares de los alumnos, con el fin de realizar un aprendizaje situado y coherente a sus necesidades reales. Esto implicó que el acompañamiento se construyera sobre una dinámica de aprendizaje transversal en la que los profesores debieron insertarse y familiarizarse constantemente en los diversos contextos en los que se desarrollan los estudiantes.
Para realizar este trabajo se comparó el avance curricular de los estudiantes acompañados de las cohortes 2018 y 2019. Se evidencia que la tasa de deserción de este año, en comparación con el anterior, es menor. Actualmente el programa cuenta con 64 estudiantes activos de un total de 70, a diferencia del año pasado en el que, al finalizar el primer semestre, había solo 24 estudiantes de un total de 54. Se puede concluir que el enfoque utilizado podría ser un factor que impacta positivamente en la prevención del abandono, ya que brinda a los estudiantes oportunidades de aprendizaje auténticas que les permiten explorar sus propias formas de estudiar y aprender, en vinculación con los requerimientos de sus respectivas carreras.
Este trabajo aporta a la reflexión en torno a la necesidad de brindar apoyos académicos a los estudiantes que provienen de entornos desfavorecidos, como una forma de contribuir al acceso justo e inclusivo a la educación superior. Así también, se propone como una alternativa para fomentar la permanencia mediante una experiencia de aprendizaje significativo.