El año 2025 presenta nuevos desafíos en el ámbito de la ciencia, tecnología e ingeniería. En este sentido, la inteligencia artificial puede contribuir positivamente a la reducción de trabajo monótono y denso para lograr que los profesionales se concentren en aquellas tareas más complejas, demandantes y creativas, que requieran habilidades cognitivas superiores. Esto hace que sea necesario promover nuevas líneas de investigación que busquen esclarecer el impacto real de la IA en la educación superior. Entre los beneficios que puede traer la IA a la educación superior están el aprendizaje personalizado del estudiante, la evaluación y retroalimentación automatizada y en línea y las tutorías adaptativas para cada tipo de estudiante entre otros aspectos. Sin embargo, todo esto require que las instituciones de educación superior desarrollen estrategias para el aseguramiento de la integridad académica, la gestión de los datos personales y su privacidad y la prevención de sesgos en los algorítmicos y sus interpretaciones. La IA tiene el potencial para transformar la enseñanza y aprendizaje superior, dinamizar y optimizar las operaciones internas de las universidades y contribuir al fortalecimiento y la extensión de la investigación en las instituciones de educación superior.
DOI: https://doi.org/10.33412/pri2025
Publicado: 2025-02-28